El invierno llega y no debemos sentirnos tentados a quedarnos en casa y no sacar la cámara. Aún quedan colores otoñales que se mezclan con las nieblas y las nieves dándonos la oportunidad de crear composiciones muy creativas.
Busca una buena localización
Las montañas, los lagos, las cascadas o el centro de la ciudad pueden ser grandes fuentes de inspiración. Busca tu estilo y conoce el trabajo de otros fotógrafos podrás crear fotografías únicas.
La niebla
La niebla nos da un aire misterioso, onírico, etéreo… la falta de nitidez por una niebla densa, puede ser un gran aliado en cuanto a la creatividad y la composición. Para conseguir una niebla densa, madrugar es el mejor consejo. Por supuesto, nunca perder de vista la seguridad propia al realizar una sesión de fotos con nieblas densas, lluvias extremas o una gran nevada.
Sobreexponer adecuadamente la nieve
El exposímetro de nuestra cámara está diseñado para tomar la medición correcta sobre un gris neutro; es decir, cuando hay un exceso de blanco, oscurece la fotografías y es probable que quede subexpuesta. Por ello, debemos utilizar la medición puntual y la corrección de la exposición. La medición puntual podemos realizarla con un elemento cercano, una piedra o tronco, que no sean muy oscuros. Otra forma, es medir en la nieve y sobreexponer, Prueba que opción te convence más para el estilo de fotografía que deseas realizar. La sobreexposición es una técnica que se realiza mucho en entornos nevados, pues la nieve refleja una gran cantidad de luz.