Revista Literatura

Consejos para mejorar tus cuentos

Publicado el 21 julio 2011 por Migueldeluis

Toda narración es una combinación de personajes, entorno y acción. Si están en armonía tenemos una buena historia. Si se alimentan unos a otros tenemos magia. Lo curioso es que la inspiración a veces viene de uno sólo de esos elementos. Tenemos un gran personaje que necesita una buena historia o pasamos al lado de una casa curiosa y nos decimos aquí hay un cuento o, simplemente, el profesor quiere que escribamos un cuento sobre nuestro barrio. ¿Qué hacemos?

Pregunta a tus personajes.

¿Qué quieren? ¿En qué ambiente se han criado? ¿En qué ambiente viven? ¿Cuál es su situación? ¿Cuál es su esperanza / sus sueños? ¿Cuál es su mayor miedo?

Harry Potter al principio de la historia es un chico más bien tímido, fruto de la cosa que tiene por familia. Todo eso cambia en cuanto recibe la invitación a Hogwarts, y con ella el conocimiento de la existencia de Voldermort. Pasa de ser insignificante a ver cumplidos sus sueños -en Hogwarts es famoso, tiene amigos, todo el dinero que quiera y, lo más importante de todo, es tratado como una persona. Al mismo tiempo, sin embargo, esa nueva realidad está amenazada tanto por realidades que conectan con el lector (abusones como los de Slytherin, profesores no muy simpáticos como Severus Snape, etc) como por un mal sobrenatural.

Investiga el entorno.

Siempre hay que investigar, aunque escribas fantasía. Al fin y al cabo, toda fantasía es una variación de una realidad. Busca fotografías o cuadros que te inspiren, toma notas de hechos, lee libros, escucha música de la época o el lugar, consulta la enciclopedia y visita los lugares reales. Si esto es difícil, o no tienes tiempo, al menos busca en Internet.

¿Para qué?

No para que conviertas tu cuento en una clase de geografía o historia. Sino para que nazca en tí la narración y puedas hacer nacer en tus lectores la apariencia de un mundo completo. Utiliza la técnica del iceberg: da unos pocos detalles y deja que el lector construya el resto.

Si todavía no tienes historia.

Ataca a tus personajes. ¿Cuál es su esperanza? Ponle un enemigo que se la quiera robar. O mejor, ponle muchos, como al pobre Harry que debe defender su esperanza a varios niveles. Tenemos el del colegio enfrentándose al matón de Malfoy y a Severus, entre tantos otros. ¿Cuál es su miedo? Hazlo presente.

Rowlings deja claro que el mayor miedo de Harry es el miedo al miedo en sí mismo. Pero tampoco le gusta ser abandonado por sus amigos, o expulsado de Hogwarts, o quedar en ridículo, o verse devuelto a su vida anterior, y tiene que enfrentarse a todo eso.

Defiende a tus personajes. Acércales a su esperanza. Hazla presente, pónsela muy cerca, pero ne se la des hasta el final. Es más, entre más cerca estén sus sueños, mayores han de ser los peligros. Deja que crezca la tensión y no la resuelvas hasta el final.


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