El primero de nuestros cinco consejos para evitar que los regalos de estas Navidades (y todos en general) bloqueen el deseo de nuestros hijos/as.
“Cuando les inundas con muñecos y juguetes llamativos, sonoros, electrónicos, con movimiento y luces… saturas sus sentidos y su capacidad de asombro”
Los niños con los sentidos saturados adoptan una actitud pasiva en lo que respecta a su entretenimiento. Demasiados juguetes de los que se lo dan todo hecho, merman su imaginación y los hacen dependientes de estímulos cada vez más fuertes.
Pueden llegar a ver el mundo real como aburrido.
Ésto no quiere decir que no puedan tener juguetes electrónicos. El problema está en regalarles más de los que “necesitan” o darles aquellos que, por su madurez, todavía no les corresponden.