Brujas, Brugge en neerlandés, es la capital de la región belga de Flandes Occidental y se la conoce como “la Venecia del norte”. Es una ciudad pequeña, pero llena de encanto, en la que la belleza arquitectónica, el romanticismo de sus canales, la hospitalidad de los locales y la exquisitez del chocolate destacan por encima de todo.
A continuación te ofrecemos algunos consejos y trucos para animaros a visitar esta ciudad tan singular, ¡la única ciudad del mundo que tiene un Museo de la Patata Frita!
Lo primero que debes saber es que, al ser una ciudad tan pequeña, la mejor manera de explorarla es a pie. ¡Pero no te dejes engañar! Aunque se puede cruzar la ciudad en prácticamente media hora, pasear por las calles adoquinadas de la capital del chocolate belga durante un fin de semana puede ser agotador. Echa un vistazo a esta entrada, donde te ofrecemos información completa sobre el transporte y dónde dormir en Brujas.
Sábado
‘t Zand
Por la mañana, después de dejar el equipaje en un hostal barato en Brujas que hayas elegido (ya sabes que es la mejor manera de disfrutar de alojamiento barato y de calidad), recomendamos dar un paseo hasta llegar al mercado de ‘t Zand, que se puede visitar solamente los sábados de 08:00 a 13:00. Allí encontrarás de todo, desde ropa a relojes, bolsos y gofres deliciosos. Cuando te entre hambre, puedes disfrutar de comida para llevar de alguno de los puestecillos y así ahorrarte los altos precios de los restaurantes del centro.
Grote Markt
Desde allí puedes ir a la plaza Grote Markt. Parece sacada de un cuento y en ella se encuentran algunos edificios emblemáticos de la ciudad como la Corte Provincial y el Campanario Belfort. Si te apetece, podéis subir a lo alto del campanario y contemplar unas vistas espectaculares a la ciudad; eso sí, hay que pagar un precio: 8 € y 366 escalones. En los alrededores hay, además, muchas tiendas de recuerdos y la tienda oficial de Tintín.
Basílica de la Santa Sangre
Muy cerca, a unos 5 minutos, encontrarás la espectacular basílica de la Santa Sangre. En el interior se conserva una reliquia: la sangre de Cristo (de ahí el nombre de la basílica). Sin embargo, los menos religiosos pueden dejarse maravillar simplemente por la arquitectura del edificio, una mezcla entre estilo románico y gótico. La entrada es gratuita y el precio por acceder al museo es de solo 1 €.
¿Chocolate o patatas fritas?
A un par de minutos de allí encontrarás el Museo del Chocolate y el Museo de la Patata Frita. Visitar uno de estos museos es una experiencia verdaderamente singular, ya que permiten conocer la transformación del cacao en chocolate, por un lado, y la historia de la patata y de las patatas fritas, por otro. El precio de la entrada es de 6 € y ambos cierran a las 17:00; dependiendo del tiempo que haga podrás elegir lo dulce, lo salado, ¡o los dos!
Minnewater
Para acabar el día, no hay nada mejor que pasear tranquilamente junto al canal hasta llegar al lago de Minnewater y al parque que lo rodea. Considerado el “lago del amor”, permite contemplar unas bonitas vistas de la ciudad. Uno de los símbolos de Brujas es el cisne y seguro que podrás verlos en este lago.
Para cenar te recomendamos algo ligero para que así tengas todavía espacio suficiente para disfrutar de un magnífico gofre con nata, o como se dice en neerlandés, wafel met slagroom. Después de tanto andar, será un premio bien merecido.
Domingo
Museo del Diamante
Sabemos que hacer el turista es agotador, y por eso creemos que empezar el domingo entre las 10:00 y las 11:00 es de lo más razonable. El Museo del Diamante está abierto a partir de las 10:30 y por 7 € podrás conocer la historia de los diamantes, contemplar joyas con diamantes incrustados, conocer su composición e incluso ver como Boris, un robot, fabrica un diamante sintético en 7 minutos a partir de grafito. Es uno de los cinco únicos museos del diamante del mundo.
De Halve Maan
En apenas un par de minutos a pie llegarás a la Cervecería De Halve Maan. Ya sabemos que Bélgica es famosa, además de por el chocolate, por la cerveza. La entrada vale 7 € y ofrece la posibilidad de descubrir los antiguos métodos de elaboración de cerveza y los productos que se utilizan, además de la parte moderna de la fábrica de cerveza. Eso sí, aconsejamos que comas algo antes, ya que la entrada incluye una degustación de cerveza.
Catedral de San Salvador
Muy cerca, a unos 500 metros, encontrarás la catedral de San Salvador. Es la iglesia parroquial más antigua de la ciudad y su proceso de construcción se inició en el siglo IX. Posteriormente fue muy afectada por un incendio y fue renovada y ampliada durante los siglos XIII y XIV. Es por este motivo que cuenta con elementos románicos y góticos a la vez. En el interior se encuentran murales del siglo XIII, obras pictóricas de la escuela flamenca (siglos XIV-XVII) y tapices del siglo XVIII, entre otros. La entrada vale 2,50 €.
El domingo desgraciadamente ya toca hacer maletas así que, después de ir a estos tres lugares, probablemente la mejor opción es simplemente pasear por las calles y los callejones de la ciudad, disfrutar del ambiente que se respira y dejar volar la imaginación a la vez que nos transporta a la época medieval.
Como ves Brujas es una ciudad encantadora que se puede visitar en un fin de semana. La mayor ventaja de ser una ciudad tan pequeña es que se puede llegar a todos lados andando, de modo que nos ahorramos dinero en transporte público y lo podemos invertir en entradas a museos y otros pequeños lujos. ¡Esperamos haberos inspirado!
Consejo: La ciudad es ideal para escapadas románticas, así que si quieres sorprender a tu pareja te recomendamos un paseo en barca por el canal, para poder ver Brujas desde un punto de vista diferente, para descubrir por qué la llaman la Venecia del Norte.
Quizá también te interese:
- Viaje a Bruselas y Brujas, lo mejor de Bélgica
- Viaje a Bélgica: Flandes