Siempre me han gustado muchísimo esas miradas que aparecen debajo de los velos de las mujeres árabes, ojos misteriosos e intrigantes que solo ellas saben cómo conseguir. ¿Seguro? No amigas, ya no, eso ha cambiado. Ya no hace falta haber nacido en un país árabe para tener el arte de pintarse tan bien los ojos sin parecer una bruja. Después de comprar durante años todo tipo de kôhl para los ojos, en crema, en polvo, caros, baratos, en fin, y sin nigún resultado, he encontrado mi solución.
El otro día estuve en una tienda de alimentación árabe comprando sus deliciosos dulces y descubrí entre los tés, las chilabas y las alfombras su nuevo invento: Kôhl en barra, ¡¡¡en barra de labios quiero decir!!!! Seguro que no es nuevo, pero para mí sí, y desde entonces voy con mi barra de Kôlh a todos los sitios. Y lo mejor de todo, me costó 2 euros!!!!!!!!!!! Vale, supongo que no será hipoalergénico ni nada de eso pero a mi qué me importa. Por fin puedo hacerme la ralla superior del ojo sin torcerme. Aquí os dejo un ejemplar, probadlo, os lo recomiendo...es super fácil de usar, y ¿quién no tiene una tienda de productos árabes en su ciudad?