Qué puro es esto del amor. Qué frágil, qué dulce, qué poderoso, qué amargo. Qué maravilloso esto de compartir el corazón con alguien.
Con alguien que nos haga sentir.
Contigo.
Contigo comparto el corazón, el tiempo y las ganas.
Comparto la manera de ver la vida, discrepo en quién quiere más a quien y aprovecho cada vez que te vuelves para besarte de improvisto.
Disfruto la manera que tenemos de vivir, de hacer, de mirar, de soñar, de amar.
Disfruto con la forma en la que me miras, con las veces que hemos ido y venido, con las risas en cada rincón pisado.
Disfruto si ríes, si cantas en voz muy alta, si pronuncias palabras en latín y si me haces cosquillas. Si yo soy tuya y tu eres mío.
Disfruto cuando sabemos lo real, lo verdadero y lo grande es esto. Este amor nuestro. Nosotros.
Pero todo esto, todo esto sólo puede ser contigo. Con tu nombre entre mis labios, con tus seis letras en mi boca. Con tus dos sílabas. Con la palabra ”juntos” resonando en mi cabeza.
Yo, que necesito estar pegada a ti, para que no corra ni el aire entre tú y yo.
Ilustración de Amaia Arrazola