-¡Acelera!
-¡No! Está prohibido.
-¿Prohibido? No me hagas reír.
-Sabes que no podemos alterar el tiempo a nuestro antojo. Y ni se te ocurra pensar en detenerlo.
-¡Bah! El tiempo no existe. Ellos lo crearon, igual que a ti y a mí. Además, ya ni se acuerdan de haberlo hecho. Andan tan ocupados en idear nuevas cosas que dejan de lado las que tienen. No se enterarán. ¡Vamos! A la de tres movemos las manecillas.
-Pero…
-¡Mierda!
-¿Qué pasa?
-Olvidaron darme cue…
NiñoCactus