Conversaciones con el piojo...

   Aprovechando el buen tiempo, que teníamos esta mañana. Aprovechando el sol salimos como los caracoles a tomar el sol. Cogí el bolso, cargando en el él un libro y la megabolsa de los dinosaurios y nos fuimos al parque del tren. El piojo tiene la costumbre de ponerle nombre a los parques, obviamente, el que está a las puertas de casa es su parque, luego está el parque de las lagartijas, el bosque de las piñas y ahora ha descubierto el parque del tren, evidentemente, porque tiene un tren.
   Para allá que nos fuimos. Yo, con la tonta ilusión de sentarme a leer bajo el sol mientras él jugaba con los dinosaurios en el tren. Pero, nada, misión imposible. Nada de leer. Me tocó jugar con los dinosaurios, subirme al tren, a los balancines e ir en la búsqueda de pájaros y mariposas. Cuando nos cansamos de correr, lo de usar el nosotros es mucho decir. Corrijo. Cuando  me cansé de correr le digo
_Piojo, vamos a comprar el pan y a la frutería_
_Maleee...mamá_
_¿y helado?_
La última vez que estuvimos en el  parque del tren le compré helado, así que debe pensar que una cosa indica a la otra.
_Bueno, vale, compramos helado pero para el  postre_
_maleeeee...mamá_
_¿Y de qué sabor lo quieres?_
_uhmmm...¡de vainilllaaaaaaaaaaaa!_
Compramos el pan, el helado y un par de cosas más en el supermercado y...
_vamos por aquí, piojo, vamos a la frutería_
_maleeeee..._
Salimos a la calle. Llegamos a la frutería y una vez en la puerta grita....
_mamááááááá.....¿esto es la puteríaaaaaaaaaaaaaaaaa?_
Sus gritos llegaron a oidos del "putero" que se reía entre las naranjas y las fresas....
besitos avainillados