" No quiero ni volver a oír tu nombre"
Se lo escuché a un tal José Alfredo...
una noche de boleros y mariachis.
Y desde entonces te solté la rienda...
Y es que hoy, al amanecer, he alzado la voz estrangulada, para clavarte en las olas, llenar los alfabetos de cómo te llamas esculpiendo tu nombre y negar el resto de palabras.
He borrado el pasado de un arrebato.
Y hasta se me olvidaron los cuentos que me contaron...
Te he llamado en los aromas de los fríos y los calientes, del humo y los estraperlos de los licores que como hiedra susurrada en una copa alzada no saben de pronombres.
Y te he bebido a sorbos lentos, y te he escrito un poema cubierto de olas frente a un mar lejos de mi orilla, soñándote espumoso, columpiando el espolón espigón en temible oleaje. Y te he imaginado feroz, en lucha constante, con revoltosas olas por Levante y sacándole la lengua a un Océano celoso, columpiándome en tu brea, tus escorzos y salitres.
Y al pasear por la playa, mis huellas, sin quererlo han delineado tu nombre. Sonreí al darme la vuelta y quise empaquetarlo para hacerte un regalo. Pero una de esas olas rebeldes se lo llevó hacia el horizonte. Y al abrirse el envoltorio con la resaca de un travieso presente, se dibujó como la puntilla en la comisura de tus labios una sonrisa perfumada de olas.
... ya que dentro de él, estábamos, tú, la ola, y yo, entre esos pasos perdidos que desatando nudos, volvieron a enredarnos...
Los dejo soltando riendas...
Yo, abrazada a mi Lila Downs...
Con Lola Beltrán ( recordando a mi Zayi).
En la versión de J. Alfredo, (para Genín)... Venga, mi niño, pa ti y pa mí, a capela!!! Y vamonosss!!!
Y en la de Sabina...
Pá todos los modernossss...
Que la Feria es ya hoy...
Sin contar que a mí la música me gusta toda, y sin hacerle ascos a ninguna ( ni a estilo alguno...).