Revista Talentos
Un frío gélido le recorrió el cuerpo. Manchas moradas impregnaban su piel. Su alma, herida de muerte. Su corazón, cuasi muerto. Bajó raudo por las escaleras y gritó en la calle. Pero se topó con él de frente. La mano de éste le golpeó otra vez. Ahora, no se resistió.