Ilustrac: Amélie Thiébaud
Sonreia a la nieve.
LLoraba a las piedras.
Cantaba con la mirada.
Escuchaba con sus labios.
Sus pies escribian en círculo.
Su lengua saboreaba el frio.
Se tapaba los oidos con una
suave y fina capa de niebla
blanca.
Y a veces, incluso era capaz
de comerse un helado de trufa...
Y luego decian sus compañeros
que no hacia nada corriente...
¡¡¡Qué sabrían ellos!!!
Teresa