Era su séptima vida. Como buen gato, sabía que disponía de siete. Pero no supo contar.
Revista Talentos
Corría ante las fauces del bulldog percibiendo sus babas con cada ladrido. Acorralado, optó por saltar al vacío desde la azotea. Antes de saltar se giró y, con gesto chulesco, se mofó del can.
Era su séptima vida. Como buen gato, sabía que disponía de siete. Pero no supo contar.
Era su séptima vida. Como buen gato, sabía que disponía de siete. Pero no supo contar.