Cosas buenas, cosas malas

Martes después del All-Star Weekend tomó aire y echo la vista atrás de un All-Star que va a pasar a la historia sin duda. Para mí, por ser el de nivel más bajo de todos los celebrados. Para las efemérides, por el récord de asistencia a un partido de baloncesto. Las cosas buenas y malas de este All-Star Weekend:
Dentro de las cosas buenas, sin duda la labor de organización de Mark Cuban y de las autoridades de Dallas y Arlington, incluído el hecho de haber metido en el estadio a 108.713 personas. No sé cómo habrán visto el partido los 70.000 más lejanos, pero estuvieron ahí. Me gustó que se confirmara un gran traspaso y haya podido menear el árbol. Me gustó la presentación de los jugadores con las interpretaciones de Usher, en especial el tema elegido como himno de este fin de semana. Me gustó mucho el concurso de habilidades, donde creo que estaban 4 de los 6 mejores jugadores disponibles para este partido (Rose y Paul los restantes) y donde hubo competitividad y un nivel alto. Me gustó la actuación de Shakira y me encantó la de Alicia Keys. Me gustó que el All-Star Game estuviera disputado hasta el último segundo y que Karl optara por su quinteto más competitivo en busca de la victoria (Billups, Williams, Durant, Randolph, Gasol). Me gustó que Nash supiera buscar a Nowitzki desde el principio del partido. Me gustó que Pau Gasol y Marc Gasol formaran parte del All-Star de los 100.000 espectadores (aunque Marc lo viera de espectador).
No me gustó nada el concurso de mates, de un nivel bajísimo y otra vez aguantando a Nate Robinson. No me gustó que Brown se asustará al fallar el primer mate y no arriesgara más. No me gustó que el concurso de triples andara tan flojo a pesar de gente como Gallinari. No me gustó que Morrow y Reddick no estuvieran en el concurso de triples. No me gusto que la NBA se quisiera ahorrar los billetes de avión en el concurso de tiro y no llamara a gente que rendiría mejor (Fisher en lugar de Gasol, Udrih en lugar de Evans) y sólo llamara a comentaristas de TV. No me gustó que gente como Westbrook o Beasley hayan propiciado que una genial promoción de novatos no hayan ganado ninguno de los dos partidos que han disputado y gente como Lopez, Gallinari, Gasol, Love o Mayo anduvieran desesperados. No me gustó que Carmelo Anthony fuera a por el MVP de manera tan descarada. No me gustó que sólo Kevin Garnett apoyara y celebrara el triunfo del Este. No me gustó que la NBA llamara a Jason Kidd como suplente y encima sólo jugara 6 minutos. No me gustó acostarme a las 6 de la mañana Viernes, Sábado y Domingo y arrepentirme siendo el All-Star Weekend.
Y no me gusta la tendencia a querer cambiar el formato del All-Star Game. Desde el primer partido allá por los 50 si no recuerdo mal, se han jugado partidos Este contra Oeste. Se distingue entre Conferencias, pero siempre están los teóricos (no prácticos en ocasiones) 24 mejores jugadores de la Liga (y por extensión del Mundo). He oído opiniones acerca de realizar un partido entre estadounidenses y jugadores del resto del Mundo. Me parecería que se caería en el error de contabilizar presencias como All-Star a jugadores de menos nivel por el hecho de ser europeo. Un ejemplo claro: Tony Parker o Luis Scola estarían presentes en el partido esta temporada y jugadores como Rondo o Wallace lo tendrían difícil. Mr. Stern debe cambiar algo en el Fin de Semana, en todos los eventos. Pero este partido no se ha escapado a la crisis identificado en un ahorro sustancial de vuelos de avión y noches de hotel para determinados jugadores. Esperemos que sea algo temporal y en unos años se vuelva a la normalidad y participen jugadores que no estén ya allí por otro motivo. En la competitividad se tendrá que trabajar en algo, sobretodo en el desafío de Novatos, pero también con las estrellas.
Y sobretodo, no me ha gustado haber escrito más cosas negativas que positivas.