- Que sean más fuertes y más altos que yo.
- Que huelan a hombre. No a colonia de hombre, sino a hombre. A hombre limpito, eh. Pero seguro que todas me entendéis.
- Que sean diferentes a mí: yo no quiero la igualdad. Yo quiero un hombre que sea masculino, con todo lo que eso conlleve.
- Que me traten como a una princesa o como a una diosa del olimpo y sean detallistas y cariñosos. Yo nací diva para que me adorasen.
- Que me ayuden a hacer cosas aunque ambos sepamos que puedo hacerlas perfectamente yo sola.
- Que me abran la puerta del restaurante o del coche.
- Que me hagan pequeños regalos de vez en cuando.
- Que se sienten a comer lo que he cocinado y disfruten como críos, pensando que soy la mejor cocinera del mundo. Con un sandwich.
- Que me hagan sentirme protegida.
- Que me obliguen a hacer un poco de madre de vez en cuando. DE VEZ EN CUANDO.
- Que sean capaces de llevar las riendas y calmarme cuando algo me preocupa y entro en estado de histeria.
- Que se vistan de forma sobria y rancia, como se han vestido los hombres toda la vida. Las camisas rosa de palmeras, flores y conejitos me resultan anti sexy, por no hablar del escote masculino, las rebequitas o los pantalones pesqueros.
- Que en ocasiones me miren poniendo cara de bobos como si yo fuese un bicho raro y precioso al que nunca van a comprender. Tener yo que descifrar sus pensamientos porque siguen siendo un misterio. Es parte de la diversión.
- Que ellos sean los de las pelis de tiros, los del fútbol y los del Call of Duty, y yo la de las pelis románticas, las series de humor y los Sims. Encontrar el equilibrio y la paz disfrutando de mis hobbies a su lado.
- Que me mangoneen. A veces. Cuando toque. Ejem.
- Que se dejen la barba lo justo como para que pique cuando me besan.
- Que suden cuando hacen deporte o trabajan al sol. SÍ, QUÉ PASA. LOS HOMBRES TIENEN QUE SUDAR COMO COCHINOS. Luego una ducha y ya.
- Que me miren el escote/el culo/whatever cuando creen que no me doy cuenta o que se queden empanaos cuando paso por su lado.
- Que tengan esa mente tan racional que necesito cuando me paso de emocional.
- Que tengan las manos grandes, la voz grave y la espalda ancha.
- Que conduzcan ellos.
- Que me piropeen por la calle. Jaque mate, hembristas.
- Que no entiendan de moda ni de cremas y me pidan consejo para arreglarse.
- Que sigan siendo un poco como niños toda la vida.
Y, resumiendo, (porque todo se resume en esto) que me hagan sentirme una mujer y no un colega más. Si alguien se siente inferior por estas cosas, que se lo haga mirar.