He aprendido y he descubierto...
- Que llevar un blog "al día" con lo que escribo o dejo de escribir es un estimulante estupendo para ver mis avances y hacer que me ponga con más ganas a escribir. Me ha ayudado a hacer una rutina.
- Que a cada día, cada situación y cada escena le pega una música diferente, y encontrarla es un muy buen primer paso para darle alas a mi escritura. Es el primer paso diario del proceso.
- Que lo más complicado de esto no es describir, ni narrar, es conseguir que tu voz suene como la del personaje que habla. Es dar una voz propia al texto.
- Que la poesía es más complicada de escribir cuando no es tu voz la que narra, si no otra. Sincronizar mente y corazón en verso es una tarea ardua y agotadora.
- Que presentar los hechos que llevan meses rondando en tu cabeza, en sí, no es complicado, lo complicado es hacerlo de modo ordenado, lógico y que más o menos el lector entienda algo. Lo complicado es hacer la historia creíble y legible.
- Que los atascos se presentan de cuando en cuando, y cuando aparecen la desesperación es extrema y mayor que cuando no tenías rutina de escribir. La rutina hace que los atascos parezcan mayores.
- Que puedo levantarme por la mañana con montones de ideas, o tener una tarde inspiradísima, o una noche maravillosa, cualquier momento es bueno para escribir. Eso sí, sigo siendo nocturna y la mayoría del texto ha nacido por la noche.
- Que la música que me acompaña a diario para escribir va cambiando por días. He descubierto temas que en la vida hubiese imaginado que inspirasen tanto.
- Que llevar días sin escribir y con otras cosas en mente puede ayudar a desconectar, pero a la larga anhelas seguir escribiendo. He descubierto que la rutina es necesaria para sentir la historia.
- Que aunque otras historias crezcan en la cabeza, siempre hay un momento y una idea perfecta para la que tengo entre manos. He averiguado que mi historia está viva y tiene su propio proceso de crecimiento independiente.
- Que cualquier chorrada, cualquier idea sirve para, convenientemente retocada, ser usada para crear algo nuevo. He visto que de cosas aparentemente ilógicas puedo sacar ideas nuevas para mi historia.
- Que las noches sin dormir sirven para algo más que dar vueltas en la cama. He aprendido a tener una libreta a mano en mi mesita de noche y apuntar a tientas lo que se me ocurre.
- Que de los malos momentos y de los días peores uno puede conseguir fuerzas y sentarse a escribir un rato. La escritura puede servir de catarsis y ayudar a pasar página.
- Que reescribir algo porque no te convence no es un fracaso, es una forma de seguir adelante escribiendo. He aprendido que reescribir algún punto no es malo, puede ayudar a continuar la historia.
- Que si me empeño en escribir, lo hago aunque el día no esté especialmente inspirado. He comprobado que si quiero, puedo.
- Que he cambiado mi forma de escribir. He pasado de pura improvisación a planear antes lo que voy a escribir.
- Que escribir un guión no te corta las alas, no hace que "todo se quede en un relato" del que no se pueda sacar más punta. Es un gran punto de partida sobre el que trabajar.
- Que tenerlo en papel hace que no te limites al ordenador. Puedes ampliar la historia en cualquier parte.
- Que ir a algún lugar en concreto amplía horizontes. He descubierto sensaciones y visiones que, de otra forma, no podría describirlas.
- Que tratar de escribir sobre un ambiente o sensaciones con las que no estoy acostumbrada a trabajar, literariamente hablando, es todo un reto a asumir. He aprendido a tratar de sacar lo mejor de mí en terrenos desconocidos o poco explorados.
- Que viajar de cuando en cuando puede ser una buena puerta a la mente. He visto que ver entornos diferentes a los normales del día a día abre las alas de la imaginación.
- Que para escribir necesito estar relajada. Si alguien está a mi alrededor dando vueltas, me pone nerviosa y no consigo hacer nada.
- Que a pesar de tener cosas en papel, es bueno tener también los datos y demás que tengas en el ordenador. Me he dado cuenta que sin esas partes "invisibles" no puedo avanzar, por más que tenga el resto delante.
- Que si la historia me pide seguir, es momento de sentarse y ponerse a ello. He visto que, gracias a ello, he avanzado más en algunos días que a lo largo de meses.
- Que investigar, tratar de averiguar más sobre el pasado de un lugar amplía horizontes. He descubierto más sobre sitios que conocía, los he conocido mejor y he descubierto cosas muy interesantes de esos sitios.
- Que algunas de las imágenes asociadas a mi historia vinieron a mi mente a través de fotos. Buscar la foto perfecta, hacerla y luego contemplarla para inspirarme ha sido un elemento más de la historia, algo motivador.
- Que visitar los lugares donde luego transcurrirá la historia es extremadamente útil. Sitúas mejor la acción, te mueves por el escenario y ambientas mejor la escena.
- Que la recta final es la más satisfactoria de todas. Sentir que algo que llevas tanto tiempo pensando e imaginando puede llegar a ser real no tiene precio.
- Que el punto y final a un borrador es gratificante, aunque luego quede un largo proceso de corrección por delante. Es el punto en ves que todo lo que imaginaste algún día es real y lo conseguiste plasmar.
♫ Suena: Made of scars - Stone Sour