Y continuando el último punto…
Evita apegarte a nada.
Como decía antes el trabajo es realmente importante solo hasta cierto punto. Esto se hace aún mas relevante cuando trabajas en algo relacionado con la informática.
A fin de cuentas los mal llamados productos que sacamos adelante sólo tienen una existencia “virtual” y son viables mientras sean capaces de mantener la balanza de gastos y beneficios a favor de la empresa.
Da igual las horas que hayas pasado puliendo ese algoritmo, o el número de peticiones que puedas resolver por minuto, a fin de cuentas lo único que importa es el resultado económico.
He trabajado en varios proyectos super interesantes a nivel técnico que no han pasado de tener mediocres resultados financieros y que han terminado siendo abandonados o vendidos a otras empresas.
Al principio mis primeras reacciones eran bastante emocionales. A fin de cuentas había pasado varios meses dejándome las neuronas para sacar adelante aquellos proyectos, y en un plumazo habían desaparecido del escritorio.
Ahora he aprendido a ver la fecha de expiración que tiene cada cosa que hago. De esta manera trato de no apegarme a nada de lo que sale de mi ordenador, si acaso me apego a las cosas que voy aprendiendo ya que se que esas se quedarán conmigo una vez que el proyecto haya pasado a mejor vida.
Mantener la armonía dentro del equipo.
Aunque esto pueda sonar muy japonés, tener la razón (o creer que la tienes) no siempre es motivo para ganar una discusión.
Al principio de trabajar aquí recuerdo pasar mucho tiempo discutiendo sobre la viabilidad o no de las soluciones que íbamos a implementar o el sentido o no de alguna tarea.
Cada vez que me asignaban algo que consideraba innecesario había ocasiones en las que pasaba mas tiempo discutiendo la perdida de tiempo que supondría hacer esa tarea que lo que me costaría simplemente hacerla.
Ya no es solo el tiempo que pierdes en discusiones si no que cada discusión genera un conflicto con el que tus compañeros japoneses no suelen ser especialmente buenos lidiando.
He aprendido cuales discusiones merecen la pena y cuales no, y sobre todo, de darse algún conflicto, lo mejor es tratar de solucionarlo involucrando al menor número de personas posible. En general evitar dramas en el trabajo se ha convertido en otra de mis máximas, aunque esto signifique en ocasiones hacer cosas con las que no estoy de acuerdo.
Pero si sumamos la relativa poca importancia de tu trabajo con el no apegarte a las cosas, mantener la armonía y aceptar decisiones con las que no estás necesariamente de acuerdo, es una conclusión que llega por si sola.
Teniendo armonía en el equipo y un entorno libre de dramas todo termina funcionando de una manera u otra.
Lo que no quita que si topas con un “listodeloscojones” esto se haga difícil.
Por su puesto, si me encontrara en una situación donde estos momentos fueran la tónica, el siguiente paso estaría muy claro. Cambiar de trabajo, lo que me lleva a…
No escupir hacia arriba
Pudiera parecer que en una ciudad tan grande como Tokio con tantas personas y empresas se goza de relativa inmunidad en cuanto a “reputación” se refiere. A fin de cuentas cuales son las opciones de topar con un mismo compañero de trabajo en dos empresas diferentes?
Lo cierto es que no sería tan raro, y si no es un compañero de trabajo puede que tu anterior y tu actual manager se conozcan de haber trabajado juntos en algún otro sitio. O puede que tu anterior empresa y tu actual empresa formen parte del mismo grupo o tengan clientes comunes.
Varios de mis compañeros de trabajo han trabajado en el pasado con la misma gente. Incluso he visto currículos que han llegado a mi empresa y que han sido descartados porque uno de los developers trabajó en la misma empresa del candidato en el pasado y esa persona daba demasiados problemas…
Puede parecer obvio pero en ocasiones es fácil perder de vista esto. Pero si seguimos con el punto anterior, evitando conflictos innecesarios es relativamente sencillo no hacerse con mala fama por ahí.
Y poco más, seguramente me haya dejado alguna cosa en el tintero pero mas o menos este sería el resumen a día de hoy de lo que he aprendido trabajando por aquí.
Definitivamente mi carácter ha cambiado mucho de cuando trabajaba en Panamá o en España, lo que no se es es si para bien o para mal.
Pero creo más en que adaptarse al sitio donde estás suele traer mejores resultados que tratar de cambiar todo para que se ajuste a uno.
O no