Esta sección nació de buscar la luz al final del túnel. De revolverse ante la mala suerte, los días lluviosos o los bajones anímicos. Y da bastante resultado. Pequeñas cosas que pueden alegrarte el día (y que cuando estamos llorando física y metafóricamente, no vemos).Cosas que me ponen bien cuando estoy un poco mal (1):
Creo que podría vivir sin muchas cosas. No soy una persona de gustos caros (más me vale, porque con mi sueldo...). Tengo lo que tengo y si puedo tener más, lo tengo y si no, pues no (ole, qué trabalenguas). Sin embargo, hay algo sin lo que no podría vivir. Y es que una de esas pequeñas cosas que es capaz de alegrarme hasta un día como hoy (miércoles, mitad de semana, tengo que estudiar para mi examen del viernes y terminar dos prácticas), es el chocolate. Ya no es que sólo la palabra chocolate suene bien y sea una palabra bonita, es todo lo que representa para aquellos golosuzos como yo (golosuzos del mundo, uníos!).
Datos extraídos de: Wikipedia
El chocolate proviene del árbol del cacao, aunque los orígenes del árbol del cacao no se tengan muy claros. La mitología maya dice que fue el dios Kukulkán quien les llevó el cacao a los mayas tras la creación de la humanidad, por la diosa Xmukané. Los mayas celebraban un festival para honrar al cacao. Los aztecas, siglos después, siguieron conservando el gusto por el cacao. Y ya se sabe: unos van, otros vienen, unos colonizan, otros son colonizados, y tras una labor de siglos, el cacao llega a manos de los occidentales. Podemos disfrutar del chocolate en taza, con leche, blanco, negro, relleno, en bombones, tartas, tabletas, onzas, con pan, sin pan, en el desayuno, en la merienda, en la cena, siempre.
Los científicos dicen que comer chocolate tiene efectos beneficiosos para la salud, porque beneficia al sistema circulatorio, es un estimulador cerebral, tiene un efecto anticanceroso... Y un efecto afrodisíaco (que aún debe probarse científicamente, ja!). Eso sí, todo en su justa medida, que tampoco hay que abusar, pues consumido en exceso, puede ser perjudicial (¿qué ha sido eso? ¿un pareado?).
Aunque un trocito de vez en cuando, oiga, para que una se alegre el día, no viene mal.
¿Y a ti? ¿Te alegra el día el chocolate?
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