(y que procuro no hacer como escritora)
Una de las cosas que más he intentado pulir y mejorar a lo largo de los años, es no contagiar las cosas que no me gustan de los libros que leo en las historias que escribo. Además de hacer rico tu vocabulario, fomentar tu imaginación e inspirarte, leer puede ayudarte a ti, que te encanta escribir, a delimitar las cosas (quien dice cosas dice elementos, lenguaje, maneras de narrar o tipos de descripciones) que quieres y no quieres en tus novelas porque, como lector, no te gustan. Y como son gustos personales, esta entrada tiene más de opinión personal que de reglas generales que puede coger cualquiera, pero espero que en los comentarios me contéis cosas sobre las cosas que no os gustan cuando leéis y que, por tanto, no incorporáis tampoco en las historias que escribís y que me digais, además, si coincidís en alguna conmigo.
Aquí van mis cuatro de esas cosas (cuatro importantes, porque si me pongo a rebuscar, seguro que encuentro más):
1. DESENLACES MILAGRO: odio que una novela que se ha tirado haciéndome sufrir más o menos bien durante doscientas páginas, donde el lío no puede ser más lioso ni el desastre estar más garantizado, resuelva todo su conflicto tan enrevesado en apenas unas páginas. Estoy ahí, leyendo, y veo cómo cada vez me quedan menos páginas para el final y pienso: "¿cómo se va a acabar esto? ¿Cómo va a salir Fulanito de tal situación?" Y al final, sale, sí, pero de milagro. Vale que el momento del clímax de la novela (la decisión final de un personaje, el HECHO CRUCIAL que desencadene ese desenlace) sea ágil y rápido, pero resolver un conflicto que es un verdadero lío en apenas unas páginas y, todavía más, recurrir a técnicas cómo: "se despertó de pronto, y compendió que todo había sido un sueño", me fastidia mucho. Y si con todo, está más o menos bien escrito, bien estructurado y bien contado, puede tener un pase, pero generalmente hay historias que, recurriendo a estas técnicas milagro, me dan la impresión de que el escritor no sabía cómo seguir y tenía que terminar por algún lado y catapún, la historia se acaba con un corte que dura un par de páginas o menos.
2. FALTAS DE ORTOGRAFÍA: hay libros que tienen unas faltas de ortografía y unas erratas que dan la impresión de que el editor se ha preocupado bien poco de revisar sus páginas. Hay editoriales que directamente no hacen esta labor y publican sus libros directamente del manuscrito y al final, quedan historias muy deslucidas por estas cosas. Debería ser obligatorio que toda editorial que quisiera publicar un libro, hiciera una labor de edición con ella como Dios manda, pero hay editores con mucha cara. Para eso, es importante que si algún día mandáis algo a una editorial esté en perfecto estado de revista. Para salvar estos fallos o erratas, conviene que le paséis la historia a un segundo lector, ya que muchas veces los escritores no vemos nuestros propios fallos de tantas veces que pasamos la vista por encima para procurar que todo esté perfecto. Cuatro ojos ven más que dos, así que si tienes a un buen alma caritativa al lado que te ayude con la corrección del manuscrito antes de mandarlo a una editorial, mejor. Y si evitas publicar con estas editoriales que descuidan las ediciones tanto estética como técnicamente, a parte de muchos disgustos, te ahorrarás que nadie se moleste en "editar" correctamente y como se merece tu libro.
3. PERSONAJES PLANOS: hay muchos personajes que campan por los libros sin pena ni gloria, que no experimentan cambios de actitud, que no se cuestionan cosas, que no tienen objetivos, o que son tan perfectos que resultan tremendamente aburridos. Como escritora siempre intento que mis personajes tengan una evolución desde el principio hasta el final, que tengan defectos y rasgos personales que les hagan únicos para el lector y les diferencie del resto de personajes de la historia, que maduren y que, a fin de cuentas, vivan dentro de la historia. Para que esto suceda (y reconozco que no siempre lo consigo) hace falta conocer a los personajes. No solo cómo son físicamente, cómo se llaman o algunos rasgos de su personalidad, sino también cómo reaccionarían frente a ciertas situaciones, cosas del pasado que puedan aflorar durante la historia y, de paso, otorgarle un plus de misterio a la trama, etc.
4. AMORES QUE ABURREN HASTA A LAS CORTINAS: vale que esté leyendo una historia de amor, y vale que los personajes se quieran mucho y deseen estar siempre juntos, pero que todo gire en torno a esa historia de dos, que diálogos, trama, descripciones y, en definitiva, todo gire en torno a esa historia, me parece, cuanto menos, aburrido. A mí me gusta que las historias de amor tengan alitbajos, que haya que superar obstáculos para que los protagonistas puedan estar juntos, que sean románticas pero que tengan rabia, dolor, alegría y momentos dulces, que estén vivas.
¿Y vosotros? ¿Hay algo que no os guste como lectores que intentáis no incluir en vuestras historias como escritores?
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