Hoy hablé con una mujer maravillosa.
Es una mujer que a pesar de tener problemas de salud, hace lo que tenga que hacer para salir adelante: para sus hijos. Por estos días, prepara y vende pasteles y gelatinas, hace comida para una persona, y un día de la semana, atiende un negocio. Si le ofrecen algo más que pueda significar una entrada de dinero, dirá que sí.
No es nada raro. Muchas mujeres no solamente hacen milagros con la aportación del hombre de la casa, que a veces se interrumpe: además salen al quite porque sus hijos no se van a quedar con hambre, ni van a ser los que no lleven juego de geometría a la escuela. Tal vez porque son muchas, se pierde de vista lo increíbles que son.
Esta mujer en particular, saca recursos de debajo de las piedras y sostiene su ilusión, aunque a veces dé un paso para adelante y el viento en contra la haga dar medio paso para atrás... o dos pasos para atrás. No obstante, se dice de ella que "no trabaja" porque no tiene un empleo formal. Y deja que la defina una pareja para quien no es maravillosa.
Silvia Parque