Hace algún tiempo os conté que my love y yo hicimos el Interrail por Escandinavia y que en este viaje nos alojamos tanto en campings, como en hostels, como en casas de desconocidos, también llamado Couchsurfing.
Fotos sacadas de la web de Couchsurfing
La experiencia fue buenísima y quería compartirlo con vosotros.
¿Qué es?
El couchsurfing, o surfeo de sofás (vaya traducción xD) consiste en la posibilidad de contactar con alguien que viva en la ciudad que vamos a visitar para que nos ofrezca alojamiento.
¿Cómo lo hago?
Para empezar en esta aventura, lo primero que hemos de hacer es abrirnos una cuenta en Couchsurfing y rellenar nuestro perfil.
Una vez hecho esto, buscaríamos los "sofás" disponibles en la ciudad a la que viajaremos próximamente y elegiríamos a quien contactar. Le escribiríamos diciéndole que vamos a estar en la ciudad de tal día a tal día y que si sería posible alojarnos en su casa.
¿Es fiable?
Esto es como todo, quien no arriesga no gana. Además, las personas que ya han alojado a otras personas antes suelen tener comentarios y puntuaciones de estas mismas y además, la mentalidad europea es mucho más abierta que la nuestra y nosotros nos encontramos con gente realmente amable.
Podemos intercambiar números de teléfono para contactarnos al llegar a la ciudad, por ejemplo.
¿Tendré que dejar que alguien se aloje en mi casa también?
Lo ideal sería que si, pero no estamos "obligados" a ello.
Pero, ¿ir de vacaciones y dormir en un sofá?
De las 4 veces que hicimos couchsurfing, ninguna de ella dormimos en un sofá.
- La primera vez fue en Helsinki, Finalndia y Annukka nos sacó un colchón con sábanas, funda nórdica, almohadas, etc. Y para desayunar nos había preparado un manjar!
- La segunda vez fue en Kuopio, Finlandia, y dormimos en la cama de la compañera de habitación de Maja. Dijo que se iba a dormir con su novio y así estaríamos cómodos.
- La tercera vez fue en Trondheim, Noruega. Morten era súper majo y también nos sacó un colchón plegable. Además, se fue de fiesta y nos dejó su casa para nosotros.
- Y la última vez fue en Gotemburgo, Suecia, dónde hicimos súper buenas migas con Liv, que nos abrió un sofá cama comodísimo y pasamos una gran noche.
Para nosotros todo fueron ventajas porque además de practicar el inglés, nos sacaban a enseñarnos su ciudad, o nos llevaban a bares chulos que de otro modo no hubiéramos conocido, así que os animo a probarlo y que conozcáis a gente nueva que os dé alojamiento gratis.
¿Qué opináis? ¿Estaríais dispuestos a probar?