Huitzilopochtli, recién nacido, presintió el destino que le aguardaba y al llegar al monte la furiosa Coyolxauhqui la enfrentó y le dio muerte haciendo rodar el cuerpo por la pendiente, desmembrándola finalmente y arrojando la cabeza al cielo, donde se la puede ver cada noche como la luna. Los aterrorizados Centzon Huitznahua huyeron hacia el sur y aquellos que pudieron sobrevivir a la ira de Huitzilopochtli fueron convertidos en estrellas que refulgen por las noches.
La luna, al partirse mes a mes, recuerda la batalla entre los hermanos y el relato simboliza la relación entre luz y sombra, día y noche, claridad y oscuridad en un vínculo rotativo y cíclico, una danza cósmica siempre fluctuante que tiene su correspondencia en el interior de nuestras almas. El poderoso monolito en el que se encuentra tallada la imagen de la diosa fue hallado en el año 1978 durante una excavación en el Centro Histórico de Ciudad de México; hoy se la puede visitar en el fantástico Museo del Templo Mayor, donde la deidad esculpida en piedra fue fotografiada desde todos los ángulos por Juan.
Amorosas protectoras
Las protectoras se rigen por un slogan: no compres, adopta, a fin de concientizar acerca de la cantidad de animalitos que esperan una y otra vez tener la fortuna de arribar a una casa donde los quieran y los cuiden. No voy a cansarme de afirmar que no hay amor más grande que el que brinda aquel que ha tenido la mala fortuna de estar en situación de calle, ya que ha de agradecer cada caricia y cada cuidado por haberse encontrado a la intemperie. Nosotros lo vivimos a diario desde el día 8 de abril de 2012 cuando apareció solito, apenas con dos meses de vida en la puerta de casa, nuestro queridísimo gato Ptolomeo.
Las redes sociales son poderosas constructoras de vínculos y las protectoras de animales han encontrado la manera de canalizar pedidos de ayuda, ofrecer adopciones y generar ingresos mediante ferias, rifas y la elaboración de productos tan amorosos como sus creadoras. Carla, una de las últimas benefactoras que conocí a través de Laurita, la administradora de Amores Gatos, fue la diseñadora de estos adorables bolsos que resultaron un éxito y un medio para seguir ayudando a nuestros peludos compañeros.
Óleos reconfortantes
En los últimos tiempos la tensión en mi omóplato derecho se extiende como una garra hacia el oído y la mandíbula; ante la imposibilidad fáctica de practicar yoga todos los dìas y a toda hora he recurrido a los masajes de Virginia y al tratamiento casero con aceites para brindar un calor confortable a la zona afectada. Sin olvidar mirar dentro de mí, para dilucidar de donde viene y qué significa este percance.
Lo cierto es que hace un tiempo atrás Estelita, la creadora del blog Mujeres bellas y sanas, dedicó un post a la Tienda Míes de cosmética gourmet, productos basados en elementos naturales que recuerdan a la icónica Lush. Míes tiene en su haber este aceite a base de jojoba, ricino y té verde que han dado en llamar Manos Mágicas, cuyo efecto ha sido benéfico cada noche luego de la ducha en mi espalda debido al alto contenido en árnica que contiene. Para completar el rito en el resto del cuerpo he aplicado Encanto Delicadeza con notas de flor de algodón de Avon, ya que el doble estímulo sensorial y olfativo resulta un poderoso relajante para cuerpos cansados y mentes inquietas.