Magazine

Creando el destino de nuestro protagonista: La Línea Argumental Básica

Publicado el 11 agosto 2013 por Escrilia @escrilia

Etiquetas

argumento, destino, escribir una novela, escritura, fate, historia, línea argumental, literatura, novela, rumbo, sino

brujulaLa primera decisión que tomamos (de forma consciente o inconsciente) cuando planeamos escribir una novela de ficción es cuál va a ser la Línea Argumental Básica. Sobre qué va a ir nuestra novela, qué es lo que mantendrá a los personajes en movimiento… y a los lectores enganchados. Antes de entrar en detalles específicos de nuestra novela en particular, hay una pregunta básica, válida para todas las novelas y de la que tenemos que tener una clara respuesta:
¿Nuestro protagonista triunfa?, ¿fracasa?, ¿abandona?

Una vez que conocemos la respuesta a éste interrogante podemos diseñar una historia acorde, especialmente en ese segundo acto (el desarrollo, donde la mayoría de los escritores encuentra problemas), lleno de escenas donde se pone a prueba el protagonista cruzando obstáculos en su camino que luego le servirán para avanzar en la historia.

Hay cinco Líneas Argumentales Básicas, tres tradicionales, que funcionan a la perfección con una estructura tradicional en nuestro relato (porque tienen claras y definidas introducciones, desarrollos y desenlaces) y dos aptas para estructuras menos tradicionales:

1. El protagonista triunfa.
2. El protagonista fracasa o es vencido.
3. El protagonista abandona o renuncia a su meta.
4. El protagonista no tiene una meta definida.
5. El lector crea una meta.

Estas Líneas Argumentales Básicas engloban todo tipo de argumento, todo tipo de tono y género (comedia, drama, romántica, terror, misterio…) y es lo que nos permitirá escribir sin perder el rumbo de la historia que habíamos pensado.

1. El protagonista triunfa
Nuestro protagonista tiene una meta que alcanzar o un interrogante que responder y tiene éxito cundo consigue hacerlo. La mayoría de las novelas y las películas tienen este tipo de Línea Argumental Básica, especialmente las historias de acción. Los finales felices abundan aquí.
Un claro ejemplo de los argumentos de “encontrar la respuesta” son las novelas de misterio/detectives y ejemplos de “lograr una meta” son todas las historias para público infantil y adolescente, donde este objetivo se deja bastante claro desde el principio (carreras, concursos, apuestas…)
Las estructuras de ésta Línea Argumental Básica donde el protagonista triunfa pueden ser:

Problema → Solución
Misterio → Solución
Conflicto → Paz
Confusión → Orden
Dilema → Decisión
Ignorancia → Conocimiento
Pregunta → Respuesta

Nuestro protagonista / héroe puede conseguir el éxito y alcanzar su meta de cinco maneras:

Por medio del coraje: El personaje utiliza su inquebrantable fuerza interior y su coraje para resolver sus problemas y alcanzar su propósito. Excelente para dramas e historias de superación personal.
Por medio del sacrificio: El héroe lo dará todo, hasta sí mismo, para conseguir la meta. Esto es especialmente bueno para los melodramas.
Por medio de la aplicación: El héroe utiliza su cerebro y su creatividad y las aplica al estudio de cada paso del problema hasta la resolución. Genial para las historias de misterio.
Por medio de una capacidad especial: El héroe tiene una capacidad única o adquiere una habilidad diferencial en el transcurso de la historia. Hecha a medida para las historias de superhéroes.
Por medio de un arma: El protagonista tiene o consigue un arma especial que al final podrá derrotar al villano. Muy utilizado en historias de acción.

Evidentemente las posibles combinaciones de estas cinco maneras de alcanzar el éxito son infinitas.

2. El protagonista fracasa
Aquí el protagonista es derrotado por los acontecimientos de la historia y no puede lograr su objetivo. Es como si la vida misma estuviera en su contra y simplemente falla. El personaje puede incluso tener cierto tipo de logros personales, sin embargo no puede conseguir esa cosa que realmente quiere. El dinero no puede comprar todo.
Lo que derrota al protagonista usualmente no es el villano sino él mismo. El héroe es su propio peor enemigo. Quizás no se prepara lo suficiente, se auto sabotea, se rehúsa a ver lo que está haciendo mal o no enfrenta a sus demonios personales y no crece como persona, no aprende o no madura. Aquí, los ejemplos del argumento de éxito se dan al revés:

Solución → Problema
Solución → Misterio
Paz → Conflicto
Orden → Confusión
Decisión → Dilema
Conocimiento → Ignorancia
Respuesta → Pregunta

El personaje intenta solucionar las cosas y sólo las empeora. El protagonista tiene relativa paz y crea un conflicto. Muchas comedias utilizan esto, la lucha (y no el objetivo) es el elemento fundamental cuando creamos este tipo de personajes, que son derrotados principalmente de tres maneras:

Por las circunstancias: El héroe merece alcanzar su meta, pero al final esto no sucede así porque la vida no es justa y cosas malas le pasan a la gente buena.
Por debilidad u obsesión: El protagonista tiene un lado oscuro que lo lleva a su destrucción.
Por malas deciciones: El héroe tiene la capacidad de triunfar pero, como si estuviera maldito, siempre hace la peor elección, toma la peor de las decisiones. Ésta causa, al contrario de las dos primeras que son guiadas por el argumento, está determinada por el personaje; él es la causa de su derrota.

3. El protagonista abandona
Aquí el personaje principal desiste de alcanzar el objetivo original y puede o no sustituirlo por otra meta. El héroe se da cuenta de que lograr su objetivo no la traerá la felicidad que busca y hasta puede ser causa de perjuicio para los demás. Descubre que le mintieron o fue traicionado, y lograr el objetivo original ya no se adapta a su forma de pensar, que fue todo una mentira o una ilusión. La meta hasta puede pasar a segundo plano o hasta carecer de importancia.

Las últimas dos Líneas Argumentales Básicas se adaptan a estructuras argumentales no tradicionales y a menudo rompen con la consabida organización en tres actos por completo.

4. El protagonista no tiene una meta definida
Cuando el objetivo de un personaje no está definido, la historia adquiere una cualidad etérea. Uno tiene que ver la historia desde fuera de la forma narrativa tradicional. Los acontecimientos no se determinan drásticamente sino que fluyen con un ritmo natural que refleja la experiencia de la vida real. La obra de Anton Chéjov se ajusta a este tipo de Líneas Argumentales.

Una historia escrita sin estructura tradicional y sin meta definida no es una historia escrita sin planificación, enfoque, y esfuerzo, como algunos pueden pensar. De hecho, estas historias pueden requerir un intenso trabajo artesanal, mayor que el de los relatos tradicionales, haciéndolos más intelectuales y estimulantes. El lector o la audiencia tienen que participar en la narración, siguiendo el flujo narrativo e interpretar el subtexto. Esto es similar a la estructura tipo “Slice of Life”, mostrando una ventana de tiempo definida de la vida del personaje, sin explicaciones previas, sin desenlaces y sin moralejas. Este modelo de Línea Argumental Básica es esencialmente un argumento guiado por el personaje.

5. El lector crea una meta
Aquí se exige que el lector o la audiencia tome decisiones  para hacer avanzar la historia de uno u otro modo. El lector toma un rol principal en el destino del protagonista. Este tipo de estructura se encuentra a menudo en historias interactivas, como videojuegos y novelas del tipo “elige tu propia aventura” tan populares en los ochenta. Estas Líneas Argumentales ya se utilizaban mucho antes de la llegada de la tecnología moderna y tienen una rica historia propia.

Combinando Líneas Argumentales
Una historia puede tener varias Líneas Argumentales (por ejemplo si cambia la meta del personaje principal), aunque no es una buena idea tener más de una Línea Argumental Básica a la vez. Tener un personaje que abandona una meta, luego encuentra un nuevo objetivo y tiene éxito en eso está perfectamente bien. Piense en la película Wall Street, donde el personaje de Charlie Sheen abandona su objetivo original de ganar dinero a toda costa y luego se fija el nuevo objetivo de salvar la empresa que recibió la orden de liquidar.

Tener un personaje que tiene éxito, pero es derrotado después por circunstancias también está bien. Y hay muchos ejemplos de historias así. Por eso asegúrese que la próxima vez que esté escribiendo un final feliz sea porque ésa es la mejor Línea Argumental para su historia y no porque usted piense que es la única manera de escribirla.

Cuestiones a considerar cuando escogemos nuestra Línea Argumental Básica
- ¿Queremos que nuestro protagonista triunfe?
- ¿Desafiaremos la estructura argumental tradicional o nos ceñiremos a ella?
- ¿Nos basta una Línea Argumental Básica o combinaremos varias?

En resumen, si tenemos perfectamente definida la Línea Argumental Básica (la ausencia de ella o la combinación que creamos correcta) el rumbo de nuestra novela está claramente trazado en nuestra mente, sólo nos queda disfrutar del viaje y describir el paisaje.


Volver a la Portada de Logo Paperblog