Revista Talentos
Divagarcomo cuatro esquinas que se encuentran
y vanformando el espíritu del caminante
crearseen la continuidad de una pluma que sube
que vacomo sol en un pentagrama
ydeposita en sus respiros el día en nuestras caras
comosangre de rocío como beso de perrito.Las voces siempre estánpresentes. Las imágenes nunca nos abandonan, se quedan rondándonos altrotecito, dejándose apenas ver. Los años pasan. De aquel entonces mibiblioteca ha engordado un poquito, cuando sea grande tal vez quiera ser paratodos un pecho abierto, donde todos tomen de ella más que páginas valientes yllamativas tapas duras. Los olores tampoco nos dejan. Sería interesante elintento de colocar en un mortero tanto las imágenes, como los olores y lasvoces y sacar de allí éso: una fantástica fotografía de nuestras almas. Ésto ha sido escritodenodadamente por un impulso, por una ramificada sensación que estalló enmi cabeza, en mi pecho, en mi cuerpo todo. No hay aquí reescritura, no haycorteypegue, tan sólo un asalto a mi memoria y mi camino.
Hay prólogos en nuestras vidasque se van escribiendo a medida que hojeamos el camino; alguien escribe,alguien te mira te escucha. Alguien sabe que no hay soledades sin letras.
DP