Hace días, semanas diría mejor, que ando enfocándome en esa pregunta. Haciendo hincapié en el Amor con mayúscula, no el amor visto o sentido como afección y simpatía.
He pasado por varias experiencias, a nivel pareja, en los últimos años y he llegado a la conclusión que esa forma del Amor no está destinado ni hecho para mí. Sí puede sonar drástico hasta quizás en algún punto resentido. Extremo, podría ser, pero resentido seguro no, porque he aprendido a superar la frustración y la sensación de fracaso, no conmigo como persona, sino más bien en el conjunto del 1+1 nunca se llega a dar en plenitud, por las razones más variadas y variables. Desde excusas casi improbables (maquilladas de mentiras) hasta problemas psicológicos, falta de madurez (no me considero la persona más madura pero se lidiar con mis límites y defectos) y descuelgues para zafarse de forma (poco) elegante para la otra persona.
He aprendido a "surfear" entre hombres (tipos la gran mayoría) faltos de sinceridad, poco caballeros y muy llenos de habladuría. En la sociedad en la que se vive hoy, esto es moneda corriente, y te lleva al punto de "tomalo o dejalo". Lamentablemente (o quizás afortunadamente!) no me gusta conformarme, menos en las relaciones. Por eso de aquellas experiencias he decidido no pasar más por eso, no quiero pasarme la vida "surfeando" entre claroscuros de una relación. Sin compromiso (y no por matrimonio, nada más alejado de mí!!!) y voluntad real de cada individuo muy dificilmente se llegue a una relación de pareja sana y duradera.
No pretendo un príncipe azul, no existe... Es más no pretendo más. No me interesa ningún hombre que de alguna manera u otra termina lastimandote o dejándote en pedazos. No dejo ya que me afecten así porque no vale/ni valen la pena. No he encontrado ese por el cual valgo todo la pena.
Por otro lado el Amor con mayúscula lo he vivido con alta plenitud con mi familia, con pocos amigos, que en pequeños detalles me dado grandes sonrisas y momentos de mucha felicidad
Con eso me quedo y quedaré siempre. Eso no quita que haya amigos o parientes que alguna vez nos defrauden, obvio esa personas no forman parte de mi vida. Por eso mi apoyo son de las personas de la cuales proviene amor sincero, desinteresado y sin dobleces antes las dificultades.
Regalos de la vida que me ayudan a crecer como mujer y a transitar los caminos de la felicidad.