Revista Diario

Creo que tengo un punto masoquista.

Publicado el 10 agosto 2011 por Eternalolita
 Me pone histérica. Le odio. No le soporto. Se empeña en repetir una y otra vez las que cosas que sabe que no aguanto que haga. Lo hace a posta. Un día le digo que por favor no lo vuelva a repetir, y al siguiente me planta su cara de inocente santurrón en las narices y lo vuelve a hacer. Solo es feliz si me pone furiosa, si consigue enfadarme hasta hacerme explotar. Disfruta con mi exasperación, disfruta haciéndose el sorprendido y el indignado ante mis reacciones. Cuando consigo controlarme, no mostrar cuan impotente y frustrada me siento, noto su contrariedad. Cuando me siento feliz por algo, cuando le cuento lo bien que me encuentro, lo ilusionada que estoy por cualquier motivo, se siente atacado. Es un infeliz, es un fracasado, el único placer que le encuentra a la vida es autocompadecerse. De veinticuatro horas que tiene el día pasa dieciocho trabajando, cuatro durmiendo y dos quejándose de lo malvado que es el mundo con él y de lo poco que puede hacer por cambiarlo. Solo es un cobarde. Prefiere la infelicidad que le aporta el no aprovechar su propia vida a realizar el esfuerzo que debería hacer para cambiarla. Por eso, cuando quienes le rodeamos nos esforzamos por ser quienes queremos ser, cuando nos sentimos bien con nosotros mismos y disfrutamos con cada pequeño detalle de nuestro día a día, él lo siente como un ataque. Necesita que yo me sienta como él, necesita hacerme sentir tan mal como se siente él. No le basta con ser cobarde, no le basta con su propia infelicidad, también tiene que ser egoísta e intentar obtener la mía. Yo no puedo amarle porque mi corazón siempre estará ocupado por otra persona, pero el no puede amarme porque es incapaz de amar a alguien, ni siquiera a sí mismo. ¿Por qué no me deshago de una persona tan dañina? ¿Soy masoquista? ¿Intento castigarme a mi misma por algo? ¡No lo entiendo!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista