Crepes

Publicado el 19 julio 2008 por Chaimon
Uno no está atento, no se preocupa, pero cuando menos te lo esperas, explota la vida.
Las avenidas no son muy compañeras al momento de una reflexión o de una acción impulsada por el deseo. Se escuchan bocinas, colectivos, gente, mucha gente siempre apurada. Pareciera ser que la tranquilidad y el caminar despacio, cansino, fuera exclusividad de los pensadores y los románticos.
Cada cuadra que avanzaba, me acercaba y me exponía a la situación de cruzar una línea que dividiría el ayer del mañana; dejando al presente como testigo absorto, despojándolo de acción. Inexistente.
Estoy a dos cuadras. Comienza a invadirme esa rara sensación de miedo y dulzura. Me dejo, claro que me dejo. Adrenalina hermosa, la más linda de todas. La más peligrosa de todas.21.30 hr.
Toco el timbre y me recibe con una sonrisa de las inolvidables. Con un abrazo de los inolvidables. Y con un beso en la mejilla terriblemente húmedo. Terriblemente inolvidable.
¿Te gustan los crepes? pregunta.
Pasillito, patio pequeño, pieza que se asoma apenas y cocina al fondo. Un trecho corto e intenso que fue caminado con preguntas y saludosde un rigor pudoroso. De mejillas y almas que se ponen coloradas.
El romance de sus manos y los condimentos es notorio. Un compendio de emociones llevadas a un plato. Y yo que no podía conmigo. Sinceramente me odié. Las palabras volaban trémulas evidenciando mucho más que inseguridad. ¿Se entera el mundo de estas cosas?