- Posted on: 31 May 2017
- By: Javier
¿En qué estamos fallando?
Para los nacidos en los cuarenta y cincuenta, el orgullo reiterado era que se levantaban de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tenían que limpiar la casa; que lustraban sus zapatos; algunos fueron limpiabotas y repartidores de diarios; otros llevaban al taller de costura la ropa que elaboraba nuestra madre o tenían un pequeño salario en la iglesia en donde ayudaban a oficiar la misa cada madrugada.Lo que le pasó a nuestra generación es que nosotros mismos “elaboramos un discurso” que no dio resultado: ‘¡Yo no quiero que mi hijo pase los trabajos que yo pasé!’. Usted por que tiene lo que tiene…? Pues por que le costó su esfuerzo… muchos sacrificios, y así es que aprendimos a valorar los esfuerzos de nuestros padres al ”ver y compartir” su esfuerzo, en lugar de “ocultarlo” y aparentar que todo es “color de rosa” en la vida. Sin embargo, nosotros acostumbramos a nuestros hijos a recibir todo por obligación.Nuestros hijos nunca han conocido la escasez en su exacta dimensión, se criaron desperdiciando…El ‘dame’ y el ‘cómprame’ siempre son generosamente complacidos y ellos se han convertido en habitantes de una pensión con todo incluido, (TV, DVD, Equipo de sonido, Internet y comer en la cama, Recogerle el reguero que dejan por que siempre se les hace tarde para salir, etc…) y luego pretendemos que nuestra casa sea un hogar… o exigimos o preguntamos, por que nuestros hijos se aíslan, no comparten con nosotros, ya que cualquier cosa es mejor que sus padres o una actividad familiar.Quien les suministró todo eso a nuestros hijos…NOSOTROS MISMOS, SOLITOS Y SABIENDO QUE NO ESTABA BIEN. Al final se marchan al exterior a la conquista de una pareja y vuelven al hogar divorciados o porque la cosa ‘se les aprieta’ en su nueva vida. Los que tienen hijos pequeños, pónganlos los domingos a lavar los carros y a limpiar sus zapatos… a ganarse las cosas. Un pago simbólico por eso puede generar una relación en sus mentes entre trabajo y bienestar. Víktor Frankl dice que “lo que hace falta es educar en el amor al trabajo (creativo)”. La música de moda, los conciertos, la tele, la moda y toda la electrónica de la comunicación han creado un marco de referencia muy diferente al que nos tocó, y ellos se aprovechan de nuestra supuesta des-información para salirse con la suya; ya que ahora los patos le tiran a las escopetas, pues ahora somos padres ignorantes con hijos informados –mal- pero con información al cabo. Será cierto que:“Somos la generación que pedía permiso a los padres; y pide permiso a los hijos…?”Estamos forzados a revisar los resultados, si fuimos muy permisivos o si sencillamente hemos trabajado tanto, que el cuidado de nuestros hijos queda en manos de las domésticas maestros, y en un medio ambiente cada vez más deformante y supuestamente por nuestro cargo de conciencia de no tener mucho tiempo con ellos, subsanarlo con cosas materiales.NUNCA ES TARDE PARA CAMBIAR