"Durante años, casos de avistamientos de OVNI han sido documentados alrededor del mundo. Pero en el 2011, lo que eran sólo avistamientos se convertirán en una terrible realidad, cuando la Tierra sea atacada por fuerzas desconocidas.
Mientras gente de todo el mundo observa cómo caen las ciudades más importantes del planeta, Los Ángeles se convierte en la última resistencia de la humanidad. Todo dependerá del Sargento Michael Nantz y su equipo, para poner un límite y enfrentarse al enemigo más insólito al que jamás se han enfrentado"
Y finalmente con esta película damos por terminada una temporada de estrenos con extraterrestres en el centro de la escena. Tanto "monsters" como "skyline" quedaron más en el debe que en haber, por lo tanto, esperaba que el relato de Jonathan Liebesman me llenara mucho más que las mencionadas.
Hay dos maneras de analizar esta película: como mero entretenimiento pochoclero o realizando un observación mucho más profunda y del tipo sociopolítico. Es importante tener esto claro a la hora de ir a verla ya que dependiendo de qué busquen en "battle: Los Angeles", será el resultado de su juicio.
Si nos ponemos a hilar fino, se puede decir que efectívamente es una película propagandista que nos muestra una vez más a los marines de los Estados Unidos como los únicos capaces de salvar al planeta. Es la típica entrega que les permite desplegar en la gran pantalla todo su poderío militar para dejarnos asombrados. Los soldados americanos son lo suficientemente valientes como para entrar en conflicto con el enemigo y dar su vida por la patria.
Ahora bien, si la analizamos desde la óptica palomitera el resultado cambia. Los que van en búsqueda de diversión, obviando los detalles anteriormente mencionados, disfrutarán de una película llena de acción y adrenalina. Una vez que los soldados llegan a la zona de batalla, los enfrentamientos entre ellos y los seres extraplanetarios no cesan.
Los efectos estuvieron muy bien y en su medida justa. Las naves espaciales están perfectamente diseñadas y los efectos de sonido son lo mejor de la película.
Aunque no requiera de grandes dotes actorales, todo el reparto estuvo creíble. Lamentablemente Michelle Rodriguez esta encasillada en este tipo de papeles y no hay ningún director que se anime a darle un perfil diferente, una pena porque tiene talento de sobra. Aaron Eckhart estuvo correcto en un papel chato y demasiado gastado.
En resumen, "battle: Los Angeles" es una película muy entretenida y poco pretenciosa que cae en lugares comunes pero se puede disfrutar gracias a su insesante acción. Hay que verla sin esperar más que diversión ya que la cinta no da para más que esto.