Nota: 7.5/10
Los temas políticos siempre han estado en la palestra del cine mundial, y han sido llevados con éxito a la pantalla en muchas de las ocasiones, otras por el contrario han caído en diversos errores que han hundido el film. Para hablar de temas políticos en una película hay que tener mucha destreza, ya que el mismo siempre tendrá los simpatizantes y detractores, y aunque nunca se complazca a todos los sectores partidistas siempre habrán unos que destaquen por la labor ejercida. Este es el caso de "No", film de Pablo Larraín nominado al Oscar 2013 a mejor película por Chile.
La película se centra en René Saavedra (Gael García Bernal) quien es un ejecutivo de publicidad que regresa a Chile tras su exilio en México y diseña una brillante y optimista campaña que propugna el "No" al plebiscito chileno de 1988. Su objetivo es poner fin a la dictadura militar y derrocar a Augusto Pinochet.
Algo que destaca y me sorprende del film es que no se centra a hablar y brindar un discurso reflexivo, moralista o lacrimógeno sobre el por qué la necesidad de votar "NO" en el plebiscito para impedir que el Gral. Pinochet continúe por otro tiempo en el poder, (esto se intuye perfectamente) sino en el cómo se dieron las cosas para que la opción SI y NO tuvieran el suficiente apoyo. Nos encontramos con una fuerte campaña de respaldo a dos bandos, y es en este momento en el que las armas para recoger más adeptos se hace importante, ¿cuál es el medio transcendental para presentar los hechos a favor o en contra? La televisión.
"No" es un film tenso, dinámico; un ejercicio de cine interesante. Muestra con pericia e inteligencia la ardua campaña y la operación de un grupo de personas opositoras al régimen que lograron lo que parecía imposible a través de una energizante campaña de márketing. Si me permiten el término, "No" es una cinta brillante en el sentido que contagia de entusiasmo y fervor a la audiencia. Habla del pasado sin denotar dolor o amargura, más bien se enfoca en el futuro con ilusión. Y en medio de todo este planteamiento filosófico la película es una muestra muy interesante sobre la influencia que tienen las imágenes en el espectador. Larraín nos cuenta que hay un poder en las escenas que logra cambiar el rumbo de lo pesimista, transformándolo para darle un tono diferente y especial (tal cual sucede con las campañas de publicidad de algún producto). Y esto requiere de un análisis profundo; lo sucedido en Chile es cuanto menos un ejemplo a considerar en cuestiones psicosociales.
René Saavedra (un notable Gael García Bernal) encarna a todo el conglomerado chileno que ansía el derrocamiento de Pinochet; durante su primer encuentro con todos los encargados para la campaña a favor del NO, se muestra contradictorio a lo que ellos sugieren presentar, es decir el dolor y el horror de miles de personas que padecieron durante la dictadura militar; él, por el contrario, opta por una vía más alegre y optimista donde se haga hincapié en la esperanza y la llegada de un país mejor. Y son estas contraposiciones y pensamientos algo "paradójicos" las que conseguirán el triunfo deseado.
Aunque el film es un trabajo muy bien logrado me fallan ciertas cosas. La estética se puede dar por aprobada porque el film lo requería, es más me parece acertada; Larraín utilizó cinta magnética de baja calidad como la usada en la televisión de aquellos años para dar más realismo a lo proyectado, pero el inicio es algo abrupto, mostrando escenas continuas en un montaje bastante fatigoso que no dejan "digerir" por completo todo lo que presenta. Y aunque al final, todo el trabajo logrado es muy gratificante, me faltó un impacto emocional mayor.
Lleno de notables momentos y con ligeros toques de humor negro, "NO" es una película necesaria, ya sea como objeto de estudio sobre el comportamiento social, o como una especie de documental histórico sobre uno de los momentos más importantes en la democracia latinoaméricana.