No viene a imponer nuevas alturas al genero de los superhéroes en la gran pantalla; seguirán siendo reservados esos lugares para “El Hombre Araña” y “Batman”. Lo que si puedo afirmar es que es superior al promedio de las adaptaciones recientes porque simplemente respeta la historia de su personaje al hacernos que valga la pena el observar su nada peculiar vida.
Decepcionado por la elección del actor Chris Evans para interpretar el icónico personaje y después de ser testigos de mediocres interpretaciones en otras producciones, no daba mucha esperanza a que pudiera emitir algo más que una sarcástica mirada o poses de supermodelo. Resulta todo lo contrario el trabajo de Evans al no sólo quitarnos el mal sabor de boca por su simple presencia, si no que convence con su papel de debilucho sin provocarnos tristeza, para después sentir simpatía por un hombre que sólo quiere ser de ayuda durante los peores momentos de la humanidad. Hasta cuando Capitán América brinca por los aires tras una serie de continuas explosiones que nunca faltan, resultan tener aplomo e importancia, aún cuando los efectos especiales resulten no tan convincentes y muy similares a los de “Capitán Sky” con los escenarios nostálgicos de tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
La trama consiste en constantes escenas de las aventuras de Steve Rogers por integrarse al ejercito norteamericano y por supuesto que su posterior entrenamiento como soldado. Contrario a lo uno pudiera pensar, la película no se pierde en interminables diálogos porque para entonces estaremos satisfechos por una ambientación de época envidiable, que en lo personal no sentí que se me este forzando a creer como lo sentí demasiado en Sherlock Holmes; las actuaciones del elenco son de gran importancia y son de las mejores que se pueden pensar en un filme de comic, con actores de renombre como Tommy Lee Jones, Hugo Weaving y Stanley Tucci. Es más, sentí que la primera mitad fue mucho mejor que el resto porque existían momentos para cada uno de ellos y para los fanáticos de los cómics con cada introducción era nostalgia pura, en especial cuando conocemos al padre de Tony Stark, que es el vivo reflejo de nuestro Iron Man. También lo que hace agradable esta parte fue la relación amorosa entre el Capitán y Peggy Carter (Hayley Atwell) , en lo que otros fallan, al menos en esta ocasión funciona con tan bella imponente dama que requiere respeto.
Todo héroe tiene un villano y Red Skull (Hugo Weaving) es uno de los mejores. El actor logra dominar la pantalla con cada mirada o escupitajo de odio que pronuncia con maestría que al menos no suena tan trillado, solo que su amenaza de conquistar al mundo es más patética que Rogers antes de ser Cap. America. Todo su gran plan armamentístico, ejercito, recursos económicos se ven destruidos con tanta facilidad. Esto último es más problema del guionista que no logra crear un verdadero peligro y sólo se dedica a incluir detalles que funcionen para la tan anunciada secuela en “Avengers” y sobretodo lograr que todo el show termina en el tiempo requerido para que el público no se duerma.
Los elementos patrióticos norteamericanos y el uso de los tan requeridos nazis como villanos, son indispensables. Es posible que para algunos sea asfixiante tanta propaganda, en lo personal pienso que los momentos fueron breves y no al grado como los utiliza Michael Bay, restregándonos en la cara el armamento de la potencia mundial con jóvenes soldados como escoltas.
Un defecto es la falta de ritmo en la cinta, sin un verdadero clímax que emocione, todo se me hizo muy plano. Contrario al desenlace, el momento más emocionante fue a la mitad con una crucial misión que permite transformar la fama del Steve Rogers en un verdadero superhéroe, el resto eran constantes secuencias de operativos que por su corta duración no permitían a uno involucrarse con los personajes, sólo verlos disparar y creo que realizar algunas tomas para los carteles de publicidad.
Si acaso los contrapesos como la escusa de libreto no logran hundir este intento por rellenar los huecos históricos para lanzar la gran producción de Avengers es porque el producto que nos ofrece el director Joe Johnston sobresale con sus sólidas actuaciones, una representación fiel de aquellos conflictivos tiempos y una versión genuina de las emociones y sentimientos que llevaron al Capitán América a ser leyenda.
Veredicto: Aún con sus defectos, resulta una recomendable opción para este ocaso del verano.
Calificación: 8 de 10 , Tres estrellas de cinco. Ni muy muy, ni tan tan.
Trailer El Capitán América: El Primer Vengador