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Crítica Los Miserables

Publicado el 17 enero 2013 por Cineenconserva @Cineenconserva

Crítica Los Miserables

Opiniones enfrentadas de nuevo en este blog. Esta vez en torno a una de esas películas que o se ama o se odia: Los Miserables (Les misérables, Tom Hooper, 2012). A estas alturas, seguro que muchos ya la habéis visto y os podréis posicionar entre los fans de los gorgoritos de Hugh Jackman o por el contrario, los que le deseasteis una larga afonía. Así pues, que dé comienzo la función. Hoy la estrella invitada es María Vaquero del blog Memoria de Bolboreta.


A favorPor María Vaquero Argelés@SoyBolboreta
Una vez soñé con un musical cinematográfico que no hiciese huir a los espectadores de la sala. Lo que jamás habría imaginado es que la que lo consiguiese habría de ser una obra enteramente cantada, sin diálogos que den aire ni descanso. Los miserables es la película; un film donde la emotividad está presente en cada uno de sus planos, en cada canción interpretada con maestría, en cada gesto de sus estupendos actores
La apuesta era arriesgada porque se trata, ni más ni menos, que la adaptación de una obra cumbre de la literatura universal: la novela escrita por Victor Hugo en 1862 –el escritor francés jamás hubiera podido imaginar que su obra iba a ser llevada a los escenarios convirtiéndose en uno de los musicales más representados y, ahora también, en una película multipremiada. Se trata de una novela ciertamente extensa, de la cual se escogen determinadas partes que, teniendo sentido en su conjunto, resultan verosímiles y útiles para seguir la historia. Y he aquí el único fallo que aprecio en el film: el querer dar demasiado protagonismo a las canciones desfavoreciendo así mediante el montaje el conjunto de la historia, de la que nos vemos expulsados en alguna ocasión, gracias también a los planos cenitales. Y digo el único fallo porque, en lo relativo al resto, no aprecio errores sustanciales que me hagan ponerme en contra de la película, sino más bien al contrario. 
Crítica Los MiserablesComo decía antes, lo que gusta de esta versión musical de Los miserables –podemos encontrar muchas otras adaptaciones, incluso una versión anime– es precisamente la emoción que despierta en el espectador a través de una historia que, por desgracia, no nos resulta tan lejana; con unos actores que hacen suyos los personajes y que sí, que son realmente creíbles –merecen especial atención Hugh Jackman, Anne Hathaway y Russell Crowe–; con una puesta en escena impresionante y con una buena dirección de actores –bravo por Hooper en esta labor. Los primeros planos que tanto se han criticado a mí me parecen una verdadera tour de force y los actores lo saben llevar con profesionalidad–; y con una música compuesta por Schönberg, con letras de Boublil y Natel, que sigue resonando en la cabeza de una semanas después de haber visto la película.

Y podría extenderme mucho más pero sólo quiero finalizar exhortándoles, diciéndoles que no se lo piensen, señores: ayúdenles a entonar la canción del pueblo. No se arrepentirán.

En contraPor María José Agudo
Cine en conserva



No voy a extenderme mucho. María, a quien tuve el placer de conocer en el pasado Festival de Cine de Cáceres, ha descrito muy bien los puntos fuertes de la película: buen reparto, puesta en escena impresionante y una poderosa selección de canciones cantadas en directo, algunas de ellas inolvidables. Destaca por encima de todas el I Dreamed a Dream que canta Anne Hathaway entre sollozos y en un permanente primer plano, y el único que logró realmente conmoverme. Este es uno de los momentos más brillantes del film de  Hooper, y es casi seguro, que por estos minutos de puro cine, Hathaway se haga con el Oscar a mejor actriz secundaria.

Crítica Los Miserables

Fantine (Anne Hathaway)fotografiada por Annie Leibovitz

Pero para desarrollar mi argumento en contra, voy a hacer uso de una escena de Cautivos del mal. En ella, vemos al personaje de Kirk Douglas (un gran productor de Hollywood hecho así mismo) en una sala de montaje, valorando junto a otros miembros del equipo su salto a la dirección. Después de señalar lo bueno de su película: "un montaje excelente (...) estupenda producción, estupendamente interpretada...dice esto: "y dile al director que visite a un psiquiatra (...). No tengo tensión, ni ritmo, ni nada. Cogí un argumento magnífico y sensible y lo he convertido en una película pesada y aburrida."


Pues eso, prohibido aburrir que decía Billy Wilder. Algo que Tom Hooper consigue en muchos fragmentos. Y lo que es peor, en otras secuencias provoca en el espectador una total indiferencia (enamoramiento de Marius y Cossete). En definitiva, cinco minutos de Hathaway, un prólogo espectacular y una revolución que nos recuerda el poder del pueblo no salvan un film irregular en su conjunto. 

¿Y tú qué opinas?


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