¿Cómo es posible que con cuatro actores expertos en comedia y con el renombre de los hermanos guionistas Bobby Farrelly e Peter Farrelly, se alcancen niveles mínimos de carcajadas? La primera parte es un continuo frenesí para que nos agraden los personajes de Owen Wilson y Jason Sudeikis, luego tenemos a las esposas de ambos Jenna Fischer y Christina Applegate hablando de sus carencias físicas con tanta libertad que quizás hace más de diez años parecieran haber sido tabú o al menos de interés público, pero es un síntoma de que el libreto es tan falto de emociones fuertes que en vez de verse arrojado lo que plasman en pantalla, se vuelve patético.
Es cuando se revela el verdadero dilema que la cinta se volvió en lo personal algo interesante. La idea de que durante una semana una pareja de casados actúe como si estuvieran solteros, sólo por el deseo de recobrar la idea de libertad es interesante. Las posibilidades se vuelven ilimitadas para los escritores, sin embargo decidieron caer en la apatía de dos hombres que no tenían vida antes del matrimonio. En el caso de las damas, al menos tienen más acción.
El dúo cómico de Owen Wilson y Jason Sudeikis en vez de ocasionar nuestra simpatía, provoca tristeza al verlos perder lo único que tienen en la vida al no poder contener sus instintos salvajes. Quizás el desenlace tan predecible fue demasiado amable para ellos, debieron de haber perdido sus esposas, si no fuera que ellas caen más en la tentación. Lo rescatable de todo este asunto es que pretende dar su opinión sobre la situación del hombre casado y como se siente restringido a sentir atracción por otra dama, es aquí donde el ego tiene mucho que ver más alla de lo biológico, hasta en uno de los diálogos entre personas mayores nos indica la ilusión psicológica que es el matrimonio como prohibitivo para tener sentimientos más alla que no sea tu pareja.
Pero esto se trata de ser una comedia y nunca llega ha ser un conjunto de situaciones vergonzosas que llegan a un clímax con la presunta relación de la mamá de uno de los típicos personajes que los Farrelly les encanta crear. Lo cierto es que no provocan risas los actores , por más que lo intentan nunca importa su dilema porque no valen la pena.
Veredicto: Tristemente a los hermanos Farrelly no pueden superar “Loco por Mary”, pretenden utilizar formula otra vez con resultados nada convincentes.
Calificación: 5 de 10 , dos estrellas de cinco.
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