Cuando vi el tráiler de ‘Ruby Sparks’, sabía que era una película que tenía ver. En 2006, Dayton y Faris crearon el maravilloso mundo de la pequeña Miss Sunshine, con unos personajes que a día de hoy aún me cuesta olvidar. Es posible que ‘Ruby Sparks’ no llegue al nivel de la anterior (y es que lo dejaron muy alto) pero aún cargada de elementos más que conocidos y manidos tales como el amor, el bloqueo literario y las musas y, la chica alocada que se cuela en la vida de un chico solitario (manic pixie dream girl); tenemos como resultado una historia fresca, divertida y simpática, alejada de las típicas comedias románticas. Calvin (Paul Dano) es un chico solitario, su única compañía es su hermano, su perro y su psicoanalista. Además, es escritor, y aunque vive aún de las sobras de la fama que le dio su primer libro, ahora debe seguir escribiendo pero, como todo buen novelista, llegó a su vida el temido bloqueo del escritor. Es en este momento cuando su psicoanalista le sugiere escribir acerca de alguien que aprecie a su perro (también un tanto especial y clave en la historia) y en consecuencia, le aprecie a él también. Así, Calvin comienza a escribir sobre Ruby Sparks, la chica pelirroja de sus sueños. Y no puede parar. No puede parar de escribir sobre ella. Un día, Ruby le sorprende en el vestíbulo de su casa. No puede ser cierto pero Ruby (Zoe Kazan) ha pasado del papel a la realidad y revoluciona su vida. Calvin ha creado a su imagen y semejanza a la chica perfecta. Sin embargo y como ocurre en la vida, todo se tuerce según pasan los días, el amor idílico y perfecto desaparece y entra en juego la rutina, letal, las discusiones, encontronazos y monotonía. Es en este momento cuando Calvin tiene que decidir entre dejar a Ruby ser tal como es o seguir escribiendo su vida. ¿Tenemos que cambiar realmente a la persona que queremos para que una relación funcione a nuestra manera?
Cuando vi el tráiler de ‘Ruby Sparks’, sabía que era una película que tenía ver. En 2006, Dayton y Faris crearon el maravilloso mundo de la pequeña Miss Sunshine, con unos personajes que a día de hoy aún me cuesta olvidar. Es posible que ‘Ruby Sparks’ no llegue al nivel de la anterior (y es que lo dejaron muy alto) pero aún cargada de elementos más que conocidos y manidos tales como el amor, el bloqueo literario y las musas y, la chica alocada que se cuela en la vida de un chico solitario (manic pixie dream girl); tenemos como resultado una historia fresca, divertida y simpática, alejada de las típicas comedias románticas. Calvin (Paul Dano) es un chico solitario, su única compañía es su hermano, su perro y su psicoanalista. Además, es escritor, y aunque vive aún de las sobras de la fama que le dio su primer libro, ahora debe seguir escribiendo pero, como todo buen novelista, llegó a su vida el temido bloqueo del escritor. Es en este momento cuando su psicoanalista le sugiere escribir acerca de alguien que aprecie a su perro (también un tanto especial y clave en la historia) y en consecuencia, le aprecie a él también. Así, Calvin comienza a escribir sobre Ruby Sparks, la chica pelirroja de sus sueños. Y no puede parar. No puede parar de escribir sobre ella. Un día, Ruby le sorprende en el vestíbulo de su casa. No puede ser cierto pero Ruby (Zoe Kazan) ha pasado del papel a la realidad y revoluciona su vida. Calvin ha creado a su imagen y semejanza a la chica perfecta. Sin embargo y como ocurre en la vida, todo se tuerce según pasan los días, el amor idílico y perfecto desaparece y entra en juego la rutina, letal, las discusiones, encontronazos y monotonía. Es en este momento cuando Calvin tiene que decidir entre dejar a Ruby ser tal como es o seguir escribiendo su vida. ¿Tenemos que cambiar realmente a la persona que queremos para que una relación funcione a nuestra manera?