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Crítica: The Soloist

Publicado el 12 diciembre 2009 por Palitoh24
Crítica: The SoloistSobre cómo conmover sin conmover.
Interesante lo que se puede hacer con una hermosa historia real llevada a la ficción con un cuerpo de actores renombrados que la mantenga viva. Interesante lo que pueda suceder en el producto de esa conjunción de factores. Pero poco interesante lo que eso pueda despertar en el espectador.
The Soloist, dirigida por Joe Wright, es un drama que falla como drama. Una historia de vida que cumple como historia de vida. Un filme justo en su metraje pero injusto con la trama que intenta llevar al corazón del público. Una más de Wright...
Quizás no sea porque la película es del todo buena, así como tampoco del todo mala, es que cuesta tanto familiarizarse con ella. Al verla resulta cómodo vivir el proceso de amistad entablado por el reportero del LA Times, Steve Lopez, y el indigente pero prodigio musical, Nathaniel Anthony Ayers (A-Y-E-R-S... ¿?), pero una vez que salimos de la sala nos resulta todo tan indiferente que la historia acaba disipándose en un triste olvido. Y digo triste porque es una pena que el director de Atonement no haya podido extraerle todo el jugo a este bello relato real, que pudo haber sido contado de una manera mucho más simple y sin recaer en el estereotipo del periodista atribulado por los vaivenes de la vida (único elemento fallido en la estupenda actuación de Robert Downey Jr., aunque quizás esto tenga más que ver con el guión de Susannah Grant) o los delirios propios del típico esquizofrénico encarnado por un poco convincente Jaime Foxx.
La música es protagonista, pero no desempeña un buen rol, porque: a) No se la toma con el sentimiento con el que la vive el verdadero Nathaniel Ayers -bien sacado estéticamente por Foxx-, b) Está mal editada a la hora de entregar el producto final -en un túnel, un chelo nunca va a sonar tan melosamente rimbombante, por muy bello que se toque-, c) Se la quiere mostrar como el poder redentor de ese mundo al que se termina aludiendo hacia el final -una suerte de denuncia social que no tiene mucho que ver con la historia central que se quiere poner sobre la mesa-: el de los sin techo o, como se les dice allá, homeless.
Y no es que esta última tesis sea errada. Más bien estamos ante una bifurcación en el camino que va tomando la trama (cada vez más espeso en su andar, lo que cansa al caminante -el espectador), que confunde el concepto definitivo dentro de todos los hechos que hicieron que Lopez y Ayers establezcan una capacidad de entendimiento mutuo tan fuerte, y tan reconocida en sus tierras angelinas.
En general, el filme está bien. Pero el hecho de que falle como drama, y todo lo que decíamos al principio, lo pone en una situación incómoda (en realidad, a mí me pone en una situación incómoda para hacer esta devolución, ya que me gustó la peli -porque conocía la historia y me fue familiar todo lo que ví- y no quiero caer en una subjetividad sesgadora), por lo que se podría decir que, si combinamos todos los ítems que la componen, estamos ante un largometraje regular.
Me quedo con la excelente actuación de Downey Jr. que, aún así como está, encarna a una versión mucho más canchera del verdadero Lopez, un hombre serio que acostumbra el saco y corbata -por lo menos en las veces que se lo ve públicamente- y no esos atuendos tan modernos que le ponen los vestuaristas al multifacético actor. También destaco la espectacular secuencia de luces y sonidos que vivencian los pensamientos de Ayers durante una pieza de su tan querido Beethoven (aunque no tan querido como el Sr. Lopez). Y también me quedo con los planos hermosos que se hacen a Los Angeles, aprovechándo todo el esplendor de una ciudad imponente (las tomas aéreas son majestuosas).
El resto: un drama más del montón, que por lo menos sirve -más allá de cualquier falla- para que se dé a conocer tan bella historia de vida.

Calificación (del 1 al 10): 6
Crítica: The Soloist

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