a veces los pájaros de grandes alas, esos pájaros señores del aire, predadores de algún tipo, caza roedores o pescadores balísticos, se estacionan mágicamente en una columna de aire caliente ascendente, y allí se quedan como satélites de carne, huesos y plumas, mirando el mundo de abajo, observando esos arcoiris magnéticos que cruzan el planeta como ríos invisibles.
así, como esos grandes pájaros detenidos milagrosamente en el cielo, era el tiempo para nosotros. algo misterioso y lejano, que llegaríamos a palpar si vivíamos lo suficiente y reíamos de manera abundante.
Blogalaxia Tags: poesía literatura