Como podéis imaginar, me pasé el día hecha un manojito de nervios. Sólo levantarme preparé una bolsa con los detalles de decoración que quería llevar a la presentación, después me peleé con el armario y decidí hacer un guiño a la novela con un vestido rojo (no es igual que el de Laia en el Palau de la Música, pero un poquito se parecía ;P). En cuanto me senté a desayunar empecé a recibir mensajes de ánimo y confirmaciones.
¡Un abrazo enorme!