Sin duda alguna esta fue la semana mas esperada para los fanáticos de la trilogía "Los Juegos del Hambre" y me incluyo. Desde que leí el primer libro me sentí absorta en ese otro mundo presentado por Collins. Me atraparon sus personajes, sus villanos, sus conflictos y toda esa historia dividida en tres fabulosos libros.
No se imaginan como contaba los días desde que empezó Marzo. Y esta ultima semana podía sentirme cada vez mas cerca del Capitolio y de las arenas; mas cerca de ver en la pantalla grande a esos chicos que manipulados por los gobernantes de ese mundo post apocalíptico, fueron parte de una batalla en la que solo podía sobrevivir una persona.Si hay algo que al principio me sorprendió pero luego de pensarlo un poco me cerro la boca y las ideas, fue la poca cantidad de gente que fue. En verdad esperaba ver filas larguísimas y muchos jóvenes con sus entradas en la mano pero no puedo comparar al publico paraguayo con el americano, que acampaba para tener un lugar el día del estreno. Creo que muchos de los que fueron a ver esta filmación no leyeron el libro y que solo un pequeño porcentaje lo hizo, eso me puso triste. Una parte de mi quiere sentirse orgullosa y sueña con poder decir que en su país, son muchos los que leen las historias de estas adaptaciones, así como lo hacen en otros países.
Cinna, Haymitch y Peeta.
Respecto a las actuaciones, Peeta y Haymitch llenaron mis expectativas. Los presentaron tal cual como me los imaginaba en los libros. A este primero, sensible, emotivo, enamorado y a Haymitch desinteresado en un principio envuelto en los efectos del alcohol pero luego presto como ninguno para lograr la supervivencia de sus chicos. Y debo decir que hasta físicamente me los imaginaba así a los dos. Los gestos de Josh Hutcherson eran los del chico al que veía en mi imaginación. Stanley Tucci también hizo lo suyo y bastante bien. Como presentador estrella de los participantes hizo sin dudas un buen trabajo. Al resto del elenco no los sentí relevantes. Ni siquiera a Cinna, a quien me fascinaba pensar que por fin lo iba a ver con el rostro de Lenny Kravitz.Y si parecía que las actuaciones en esta película o eran muy buenas o eran poco relevantes, también hubo una que debo decir fue malísima. Ver a la mamá de Katniss pasar por momentos de depresión y de profunda tristeza y desesperación era como verla pensando en una cantidad enorme de ropa que lavar. Sus expresiones o mejor dicho su falta de estas eran notorias al extremo y esto le sacaba emoción a este film.A pesar de todo esto, rescato dos cosas, que el sonido de los sinsajos es maravilloso y es un detalle muy lindo capaz de caracterizar a esta historia y que tanta espera valió la pena cuando pude ver el Capitolio; esa gente extravagante, ese ostentoso lugar y tanta tecnología que en los libros solo se podia imaginar entre lineas.