CryoSat-2 volará en una órbita polar de gran inclinación, alcanzando latitudes de 88° Norte y Sur, lo que le permitirá maximizar su cobertura sobre los polos de la Tierra. Desde una altitud de tan sólo 700 km, CryoSat monitorizará con precisión cualquier cambio en el espesor del hielo que flota en los océanos y en el de las capas de hielo que cubren las regiones polares.
La comunidad científica necesita estos datos con urgencia para poder comprender exactamente cómo está afectando el cambio climático a las reservas de hielo de la Tierra. Durante más de 15 años, los satélites ERS y Envisat han cartografiado la extensión de estas capas de hielo.
De todas formas, para ser capaces de comprender exactamente cómo está afectando el cambio climático a las regiones polares, es necesario determinar con precisión cómo varía el espesor del hielo que las cubre.Fuente: ESA