Cuadernillo de vacaciones

Aquí, en un día como hoy empieza la vuelta al trabajo, después de las merecidas vacaciones de verano. De entrada te diré que mi verano ha sido un verano muy duro, solitario y triste, como no recuerdo otro igual en mi vida porque era mi mente confusa quien me dominaba! Pero hoy, ya con los deberes hechos y ya desde mi Alma de nuevo, siento en mi corazón que, en verdad, ha resultado un tiempo necesario, intenso e irrepetible para acabar de descubrir el amor de verdad! Marché súbitamente de aquí y del Face en el mes de julio pasado, aturdido y atemorizado por los acontecimientos de mi vida. Pero, como mi propia hija hace cuando acaba la escuela en verano, la propia vida me llevó a hacer mi cuadernillo de vacaciones, los deberes para seguir viviendo cada día más mi nueva vida, ya vacía de lo supérfluo y dedicándome a lo verdaderamente esencial. Y aquí estoy con mis deberes hechos de amor y de dolor, como la vida misma lo es!

La vida muchas veces trae las grandes lecciones acompañadas de mucho dolor! Tras la oscuridad que reinó en mi repentina marcha y también muchos días después, tuve que recluírme conmigomismo en la soledad de mi casa y entregarme plenamente al silencio! Al dolor y al miedo hay que mirarlos de cara para encontrarles su verdadero sentido y así lograr que desaparezcan de una vez por todas de nuestro corazón! Porque en el espacio que ocupan, podremos, a partir de entonces, llenarlo ya solo con amor! Tras las sombras, siempre llega la luz!

Tras el dolor de la ausencia, el silencio y la soledad, me hallé a mí mismo y entré, de nuevo, en mi Alma, donde hallé la paz y el amor, en todas esas lecciones que mi vida me había traído en estos últimos y fantásticos meses antes del verano. La memoria es selectiva y siempre se queda con lo mejor! Pero sabe más el Alma, donde hoy ya hay verdadero amor! Había por fin aprendido a amar de verdad, sin miedo, y a sentirlo intensamente como nunca antes lo había sentido y vivido! También aprendí que soñar e incluso compartir un sueño por amor es fácil y no te permite dudar. Pero para hacer realidad ese sueño y compartirlo hay que ser valiente en el momento oportuno para dar ese paso definitivo hacia la felicidad. La duda, como el amor, es un privilegio solo humano que exige siempre libertad ante nuestro pasado y sentir plena confianza en ti, en el otro y ante la misma vida! Ni que decir tiene que, en tan solo unos meses y gracias a mi amada hada mágica, logré aprender lecciones para siempre, que nunca antes había aprendido a lo largo de mi vida. Para llegar a ella y a su luz solo tuve que ir bien atento por la vida, buscar la felicidad cotidiana y abrir mi corazón en el momento oportuno para encontrar su amor y dejarlo entrar! Mi hada mágica está ya y para siempre en mi corazón, junto a nuestro amor!

Hoy, tras ese verano largo y árduo, he sido capaz de darme cuenta de la fuerza del amor que hay y ha habido siempre en mi corazón, aunque hasta ahora estuviese casi siempre oculto bajo el dolor de un pasado malvivido. Pero hoy, cada día más, soy capaz de sentir ya solo mi amor! Porque trás del dolor más insufrible, hay también mucho amor! Ese amor necesariamente intenso, irrepetible y antes inimaginable en mi vida, que aparece subitamente en un instante y crece día a día cuando nos dejamos llevar solo por el corazón, logrando borrar nuestro pasado malvivido y tener confianza en nuestro futuro. Y, cuando aparece, estamos por fin decididos a vivir ese amor tal como fluye y ya en la realidad, siempre como si fuera el primero y el último de nuestra vida! Pocas personas tienen el privilegio de sentirlo y de vivirlo así, desde dentro! Porque, en el Alma, junto al amor está la paz, que siempre trae la verdad y la gratitud, pase lo que pase fuera… Y el Alma y su amor no entiende de tiempos ni de distancias, la vida misma dirá si se hará, además, realidad…

Este verano también he aprendido una vez más, que el silencio interior, a veces doloroso e involuntario, ensordece los ruidos externos de nuestra vida y nos devuelve a lo esencial de nosotros mismos y a lo que realmente sentimos en el corazón. Y uno se da cuenta de que la vida siempre podemos sentirla y vivirla desde dentro o bien solo desde lo que sucede a nuestro alrededor! Dentro, uno siempre acaba encontrando la paz, el amor y la esperanza de vivirlo y de compartirlo, con amor! Porque muchas veces lo que sucede en nuestra vida de fuera, aunque sea siempre temporal, no es más que el reflejo de nuestra propia confusión… y eso nos invita a cambiar! Ante la soledad y el silencio uno recuerda que la vida siempre nos da oportunidades para aprender a sentirla desde dentro, a mirarnos a nosotros mismos, cuestionarnos, sintiendo intensamente el amor y/o el dolor tal como vienen… para volver a tener el valor, la constancia y tomar siempre la decisión de reinventarnos cada nuevo día, saber ver el amor en una mirada sincera y seguir optando siempre por nuestra felicidad!

Como ves, este verano me ha traído muchas lecciones de la vida! Aprendi también que, para poder vivir y compartir un amor de verdad, quizás basta una sola mirada mutua y sincera desde el Alma, que las palabras, otros gestos y solo la distancia muchas veces no son suficientes para manifestar su Verdad. Pero que también hay que tener el valor de perseguir esa mirada de amor definitiva y clarificadora, sea cuando sea, porque el Alma que la requiere no entiende ya de tiempo ni de lugar. Una mirada sincera nos conmueve y habla siempre de corazón a corazón, sin intermediarios! Y también aprendí que el miedo, como siempre sin razón, es muchas veces lo que nos impide desear o apreciar esa posible mirada sincera y nos confunde, alimentando así nuestro dolor, el mismo que nos obligará a despertar! Porque el amor exige ir ya con los ojos bien abiertos, pues es una actitud en la vida y, por ello, necesita libertad, valentía y voluntad de amar… y de ser amado, de verdad!

Y el colofón de este verano ha sido, precisamente, que hay que tener confianza en la propia vida, que siempre nos trae lo mejor en el momento más adecuado, aportándonos por fin la felicidad a la que tenemos derecho… o bien una necesaria lección de la vida para poder vivirla ya siempre solo desde el corazón. Que la vida no es justa ni injusta, no está hecha de buenos ni malos momentos, ni hay víctimas ni culpables, ni protagonistas ni solo espectadores, que en ella todo tiene su papel y que no hay que juzgarla… porque la vida la hacemos y sentimos como queremos sentirla nosotros día a día… y que el amor siempre llega en su preciso y precioso momento, ni antes ni después! Y que, aunque nos empeñemos en lo contrario, llega un momento en nuestra vida que sabes que los sueños de amor son solo una fantasía que no te permite siquiera dudar… pero hay que hacerlos realidad, con sus luces y sombras, compartidos con quien amas, porque es tu Alma quien lo pide! Siempre había creído que lo importante en nuestra vida era solo soñar, cuando siento ahora que lo esencial, valiente y necesario en ella es hacer los sueños realidad y compartirlos ya cada día, con amor! Ahí está la tan preciada felicidad!

Solo espero que este verano te haya sido tan provechoso como ha sido el mío, en el que solo redescubrí el valor de una mirada para sentir y vivir intensamente el amor, día a día y ya para siempre!

Supongo que es lo que la vida esperaba de mí este pasado verano y lo que me quiso enseñar… la misma vida me dirá si he hecho bien mis deberes, tiempo al tiempo! Hoy solo sé que amo y ya se amar, de verdad!

Bienvenido al nuevo curso de la vida…

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