La pregunta de este post nos la sugirió hace varios días Kelly, de Colombia, y nos pareció muy interesante. Por eso, hoy queremos hablar sobre lo que os preocupa a la mayoría de vosotros. Para ello, nos hemos basado en los testimonios de varios actores de la #RedPremiere.
¡Atento, que quizá sean también tus miedos!
Miedo a que la ilusión por trabajar no te deje ver proyectos turbios
María L. nos ha confesado que su principal preocupación es que sus ganas de trabajar le cieguen y no se dé cuenta de que detrás de un proyecto que le ilusiona haya un sinvergüenza que se quiera aprovechar de su trabajo o de ella.
Hace poco tiempo se llevó una gran decepción al comprobar que un papel que había conseguido, y que había estado ensayando, no era más que un engaño. Desde entonces teme a lo que hemos denominado “el síndrome del espejismo”: encontrar algo increíblemente atractivo y que no sea más que una falsa ilusión.
Sin embargo, a otros muchos actores les ocurre todo lo contrario. No se fían de nadie y les resulta muy complicado ilusionarse o confiar en cualquier tipo de proyecto, incluso aunque sea serio. Su prudencia frena que su carrera avance con normalidad, y tienen miedo de no poder soltar ese freno de mano en ningún momento.
En ambos casos la solución es la misma. Buscar el término medio entre riesgo e inmovilismo. Para ello, infórmate bien del proyecto, busca referencias por internet de la persona o empresa que quiere contar contigo, abre bien los ojos y escucha tu intuición. Ya verás como encuentras el perfecto equilibrio entre la imprudencia temeraria y la prudencia que paraliza.
Miedo al techo actoral
Mario A. lo tuvo claro: su principal miedo consiste en acomodarse en algún trabajo o personaje que funcione y dejar de crecer artísticamente.
Al igual que le ocurre a él, muchos otros actores tienen pavor a tocar techo. Es decir, sabiendo que la interpretación es una profesión en la que cuesta encontrar cierta estabilidad, cuando ésta se consigue a través de algún proyecto, el actor tiende a conformarse y a aguantar el tiempo que dure. Se le quita el hambre de buscar, reinventarse, explorar… resignándose a mantener ese personaje o trabajo que aparentemente funciona.
Desde nuestro punto de vista, lo ideal sería tratar de compaginar ambos aspectos. Es decir, mantener esa estabilidad, siempre y cuando te siga interesando (reduciendo, si hiciera falta, tu implicación) y, mientras tanto, estar activo en la búsqueda de otras vías alternativas que te permitan crear y descubrir caminos nuevos. Al final ya verás como todo se ordenará.
Miedo a que no te comprendan
Oscar K. sabe que no cuenta con el apoyo incondicional de su familia, que en el fondo preferiría que se dedicara a otra profesión. Sin embargo, confía en que algún día cambien de opinión y estén tan orgullosos de que sea actor, como de que hubiera sido informático, periodista o farmacéutico. Puede que esto ocurra, o puede (y le horroriza) que eso no llegue a ocurrir nunca, especialmente si no consigue buenos trabajos artísticos.
Además, siente la incomprensión de la sociedad en general, que tiene muchos prejuicios respecto a la gente que se dedica a la interpretación, y tiene miedo de que esa situación no cambie nunca.
Como estamos muy comprometidos con este tema tan sensible y queremos que tu gente te apoye, al terminar este post te animamos a que leas el de “Tomadme en serio. ¡Quiero ser actor!”, donde vamos al fondo del asunto y te proponemos cómo solucionarlo.
Miedo a fracasar
Paula S., hace justo dos meses, se venía abajo cada vez que pensaba que podía fracasar profesionalmente. Era consciente de que estaba invirtiendo una enorme cantidad de tiempo, esfuerzo y sacrificio, y todavía no había llegado tan lejos como le gustaría. Le daba muchísimo miedo que llegara el día en que se quemara, y al echar la vista atrás pensara que esta profesión no era para ella. Tenía y tiene claro que quiere vivir de su profesión, y jubilarse el día de mañana muy satisfecha por haberlo conseguido.
Paula S. sólo necesitaba saber cómo funcionar y cómo romper con ese miedo para avanzar con seguridad y motivación. Recuerdo cómo el día que tuvo su sesión de Orientación Artística con nosotros cambió su mentalidad por completo. A menudo, lo único que les falta a los actores que creen que no terminan de despegar es, simplemente, la información adecuada. Le explicamos exactamente cuáles eran los siguientes pasos que debía dar en la industria y trazamos su plan de acción para los próximos meses. Ahora Paula avanza con confianza para alcanzar su sueño.
Si tú también quieres tirar tus miedos a la basura, contáctanos. ¡Nadie llegó lejos lleno de miedos!