CUANDO APRENDÍ BRAILLE PARA LEER TUS CICATRICESaprendí también a desafiar todas las leyes de la física.Me hice funambulista de lunes a domingo. Así averigüé que hay más distancia entre tu primer y último besoque entre cualquier antípoda, que volar es cosa de pájaros y mujeres, que tengo una rama por brazo izquierdo donde dejo que se posen el amor y las letras,que el viento es el único que sabe de lo que habla. Que, para bien o para mal, o escribo como beso o no escribo. Que existe tanta poesía como metros cúbicos de aire puedas abrazar.