Revista Talentos

¿Cuándo dejar claros tus límites como actor?

Publicado el 02 noviembre 2016 por Premiere Actors @PremiereActors

Daquella Manera

La interpretación es una de las profesiones más vocacionales que existen. Seguro que nadie te ha obligado a que seas actor, sino que has sentido una atracción poderosa para dedicarte a ello.

Tu objetivo nº 1 es poder vivir de esta profesión que tanto te apasiona. Y, para conseguirlo, sabemos que estás dispuesto a todo, pero… ¿sabes cuales son los límites que debes dejar bien claros? ¡Recuerda que no todo vale!

Respecto a tu físico

En Premiere Actors conocemos casos de agencias que les han dicho a sus candidatos que deberían adelgazar u operarse para que les aceptaran en su cartera de actores.

Todo esto, a menudo, crea complejos innecesarios en los actores, que piensan que su físico, tal y como está, no vale para trabajar en este sector. Por tanto, se plantean hacer cambios urgentes o, si no lo ven claro, acaban abandonando su sueño.

Es cierto que los actores debéis ser bastante camaleónicos y versátiles, pero nunca un cambio físico ha de ser una condición para ganaros la confianza de una agencia, representante, director de casting…

Otra cosa diferente es que consigas un personaje concreto con unas determinadas características físicas. Este es el caso de Tom Hanks, que para la película Náufrago tuvo que perder decenas de kilos o, por el contrario, Renée Zellweger que saltó a la fama con El diario de Bridget Jones, película para la que tuvo que engordar considerablemente.

Nosotros recomendamos que, con el proyecto en mano y mucho sentido común, valores si te compensa o no realizar un determinado cambio físico. El resto son solo opiniones que puedes tener en cuenta o ignorar, nunca han de suponer una obligación.

Respecto a realizar algunos ejercicios

Puede que te encuentres algún taller, escuela de interpretación o casting en el que te pidan hacer algún tipo de ejercicio que no encuentres moralmente correcto según tus creencias o escala de valores.

Un ejemplo muy típico es que el ejercicio o prueba consista en que te quedes con poca ropa. Habrá actores a quienes esto no suponga ningún problema, pero hay otros que lo pasarán realmente mal.

Nunca debes hacer nada forzado, con lo que no te sientas a gusto: quizás ese método de enseñanza no sea el más adecuado para ti, o quizás ese casting dé paso a un trabajo en el que no estés cómodo. No pasa nada… ¡Hay muchísimas más escuelas y castings esperándote a la vuelta de la esquina!

Y quédate tranquilo, no vas a ser mejor ni peor actor por negarte a ello o hacerlo a tu manera, sino simplemente coherente con tu forma de pensar.

Respecto a aceptar determinados papeles

Sabemos que da muchísima rabia que, una vez conseguido un trabajo de actor, veas que no cuadra con tus intereses. Por ejemplo, protagonizar una campaña a favor de los toros si tú eres un auténtico antitaurino.

Sea por el motivo que sea, no te ves en ese trabajo, te daría vergüenza ajena hacerlo y estás seguro de que te arrepentirías en el futuro. Si piensas eso, enhorabuena, habrás encontrado tu límite.

A lo largo de tu carrera te llegarán papeles que te enamoren, y otros que te gusten menos. Pero cuando se trate de interpretar algo que vaya en contra de tus principios, no lo dudes y rechaza el papel. Más vale un “no” a tiempo, que el resto de tu vida arrepentido.

En definitiva, y para todos los casos, escucha tu intuición, que es la que mejor sabe donde están tus límites. ¡Y que nadie se atreva a obligarte a traspasarlos!

Cada vez semana sois más los lectores que os suscribís al blog, y no imagináis lo que os podéis ayudar compartiendo experiencias. Llegó el momento de que nos cuentes la tuya: aquel momento en que tuviste que marcar tus límites como actor :)


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