Magazine

Cuando las emociones afectan nuestro peso

Publicado el 18 agosto 2010 por Facildedigerir @facildedigerir

Texto original escrito por Ana.  Sígueme en Twitter.

El día de hoy comparto con ustedes la historia de @rmo007 quien ha vivido las consecuencias que los desórdenes emocionales causan en el peso y la salud.

Tengo 26 años, casi 27 y mi historia empieza hace 4 años exactamente, cuando tuve una depresión combinada con ansiedad que no me dejó salir de mi casa prácticamente por 8 meses (..) visité doctores, me hice estudios, visité ocho psicólogos diferentes, vi a un pseudo hipnotista que no me ayudó para nada, tres psiquiatras y estuve a punto de internarme en un hospital psiquiátrico.

De pesar más o menos 60-65 kg. la mayor parte de mi adultez, en ese periodo increíblemente inestable bajé no menos de 15 kg. De ser talla 32, un día me dio un ataque al ver que me quedaban los mismos pantalones talla 28 que usaba cuando tenía 16 años. No tuve anorexia ni bulimia ni nada, porque nunca fue mi obsesión ser delgado, el caso es que no comía porque no le veía el caso, súper deprimido pues.

Empecé a tomar un montón de medicinas y antidepresivos, así encontré una medicina que me sentó excelente, pero que uno de sus efectos colaterales, estaba la retención de agua y la ganancia indiscriminada de peso.

La medicina me hizo inflar como un globo, de haber recuperado mi talla 32, de repente empecé a subir, subir y subir. Me inflé literalmente, y subí 16 kg. Un día noté que simplemente la ropa me quedaba mal, me sentía torpe y tenía una dificultad para moverme que era inusual.

(…) Un Doctor me dio mi peso: 83 kg. Me puse como loco, esa noche no dormí y empecé a buscar información en google. Leyendo un post en El Peso Nuestro, acerca de dietas tropicalizadas, llegué a Fácil de digerir. Recuerdo sobretodo que el primer post que leí fue la historia de @Osvy80, como me cambió la perspectiva hacer eso.

Hice pequeños ajustes, dejé de desayunar vitamina T y empecé a subir el consumo de frutas y verduras. Dejé de tomar Coca en todas sus variantes (de hecho ahora no la puedo tolerar, hasta me empalaga) la Pepsi Light era mi perdición, pero ahora solo es un “postre” que me doy máximo una vez por semana (una de 600 ml. fría después de comer) tomo agua natural y de sabor cuando hay, pero rehúyo de las bebidas “saludables” como Nestea,H20, etc. Mi mayor lujo es el Be Light y el Clight cuando de verdad quiero algo dulce.

Es difícil con la vida de burócrata oficinista que llevo, pero no es tan difícil cuando de verdad quieres lograrlo.

¿Qué he logrado con cambios que aparentemente son intrascendentes?

Con una altura de 1.65 y 26 años, mis cifras eran:

· Puerco inicial: 83 kg.

· Puerco actual: 71 kg. (que más bien creo que son 72-73 pero bueno)

De verdad que ahora me siento más ligero, no tengo esa “lonja” de más, la mayoría de la ropa me queda mejor, pero sé que aún no es suficiente.

¿Mis siguientes pasos?

1. Llegar a un peso ideal o mejor dicho “recomendable” que creo que sería de 65 kg. más o menos, con más musculo y menos grasa.

2. Asesorarme profesionalmente para mejorar aún más mi dieta, ya que, si bien he logrado buenos resultados, con asesoría de nutrición tendría muchos mejores resultados.

3. Hacer más ejercicio con mayor regularidad y estructura, en un gimnasio formal, con una asesoría formal.

4. Bajar al menos otros 3 kg. para diciembre, y cuidarme muchísimo en el Guadalupe-Reyes.

Espero que esta historia les sirva de inspiración y ejemplo de que incluso en situaciones emocionales difíciles, es posible tomar el control de la propia vida e iniciar un cambio positivo. Subirse a la espiral virtuosa de una vida saludable y feliz.

Conoce otras historias:

Superando el peso saludablemente

El gordo que creía en Santoclós


Filed under: Nutrición para no nutriólogos, Nutrición y emociones, Reflexiones Tagged: sobrepeso, testimonio Cuando las emociones afectan nuestro peso

También podría interesarte :

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Quizás te interesen los siguientes artículos :

Dossiers Paperblog