Revista Diario

Cuando me pagaban por lanzar sillas y romper espejos

Publicado el 19 abril 2021 por Benjamín Amoedo De La Grana
Cuando me pagaban por lanzar sillas y romper espejos

Me desespera no tener respuesta a los sinsentidos de mi vida, se que a todos en mayor o menor medida nos pasara los mismo, simplemente necesitaba decirlo. Esta idea tiene varias vertientes, por un lado soy una persona que no le da ningún tipo de importancia al dinero, a lo largo de mi vida he renunciado a grandes cantidades de dinero por motivos personales y por no traicionar mis principios, cuando digo grandes cantidades creedme que me refiero a grandes cantidades (5 cifras), esto me ha llevado a estar en lugares donde me he sentido querido y rodeado de personas que aportaban cosas a mi vida, por otro lado irónicamente necesito el dinero pues es un mal necesario (necesito pagar una casa, mis gastos etc), el obtener dinero por otras vías complica mucho mi vida y mas si cabe en estos momentos con la situación tan peliaguda que nos rodea. A día de hoy no hay nada que quiera o que necesite, la inmensa mayoría de las cosas que tengo son regalos, en lo único que me he gastado dinero últimamente es en un coche y en gastos de absoluta necesidad (vivienda, comida o ayudar a mi familia), no me puedo quejar de falta de dinero pero si de una falta de estabilidad, la incertidumbre es lo que mas me molesta, como he dicho no por mi mismo por que dentro de lo que cabe tengo todo lo que necesito pero si por la gente que me rodea, me frustra no poder ayudar a los demás, quizás si hubiera aceptado las ofertas económicas del pasado hubiera podido ayudar a muchas personas con ese dinero y así hacer acto de conciencia, pero aun así me habría sentido mal pues ese dinero era dinero sucio, legal, pero sucio y aunque el fin hubiera sido bueno los medios no lo habrían sido.

Mas allá del dinero o de lo que he rechazado o dejado de rechazar, tengo una sensación de agobio, de estar atrapado, no avanzar, ser incapaz de encontrar mi lugar en el mundo, esto contrasta con el pasado de mi vida, para bien o para mal siempre estaban sucediendo cosas, de repente era el mejor del mundo, luego estaba solo tirado en un hospital, luego todo volvió a la normalidad y de golpe caída en picado de nuevo, amigos, relaciones, fiestas, todo era una sorpresa, inesperado, sonaba el teléfono y podía ser cualquier persona, llegaba una carta y podía proceder de cualquier lugar del mundo, cada segundo era una aventura, a veces positiva y otras tantas negativa, pero una aventura, loca desquiciante y entretenida, era una vida de locos pero al menos no había lugar para la monotonía, si me aburria cogía la mochila, una tienda de campaña y me perdía por el mundo durante un par de meses para pensar y reflexionar sobre mi vida. Hoy en día no puedo hacerlo, no puedo viajar y perderme por el mundo, no puedo olvidarme de todo… pasan los años y mi vida se vuelve aburrida por momentos, mis ideas se atascan mis objetivos se frustran, siento que mi potencial se ahoga y el tiempo se me escapa, no aprendo tanto como me gustaría, no mejoro como persona, no conozco el mundo o rompo barreras y puntos de vista nuevos que me hagan enamorarme de la vida otra vez. Me siento solo y añoro la sensación de soledad y sentirme perdido en un lugar desconocido, que ironía, me dan asco los problemas y los intereses económicos de terceras personas con respecto a mi imagen y aun así echo de menos las discusiones, echo de menos liarme a palos con mamporreros de tres al cuarto, gritar en despachos, lanzar sillas, romper espejos… echo de menos el lado más turbio emocional y pasional de mi vida.

Supongo que esta situación mundial esta sacando lo peor y lo mejor de nosotros mismos, yo personalmente me siento mas atrapado de lo que jamás me he sentido en mi propia vida sin una opción clara o decisión que tomar y al mismo tiempo con miles de ideas, proyectos y objetivos que llevar a cabo pero sin los medios, y las posibilidades reales para llevarlos a cabo, curiosamente todos estos proyectos no involucran un beneficio personal pero si emocional.

Echo de menos sentirme libre por que en verdad a día de hoy no soy libre para hacer, decir, vivir e ir a donde quiera sin tener que preguntar o depender de nadie.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Benjamín Amoedo De La Grana 2 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas