Magazine

Cuando nuestro cerebro nos engaña

Publicado el 26 junio 2010 por Ezeqdb
Cuando nuestro cerebro nos engaña
Nadie tiene tan poco corazón como para no sentir un poco de pena por este triste y solitario lavabo abandonado. Alguien lo ha dejado a la intemperie, y permitió que se quede casi tuerto. Seguramente espera que lo limpien un poco, y le vuelvan a dar la atención que merece para volver a sonreir.
Planteado esto, es prácticamente imposible dejar de ver una cara en esa foto, sin embargo, sabemos que no existe tal cosa. Es simplemente una pileta de baño o de lavadero, vieja, sucia y rota.
De la misma forma, Jesús no eligió esta tostada para venir a la Tierra y traer ningún tipo de mensaje.
Cuando nuestro cerebro nos engaña
Alrededor del mundo aparecen miles de supuestas figuras que son interpretadas como revelaciones divinas, mensajes, o apariciones del mesías de turno. Y hago énfasis en mesías de turno, porque es muy común que se interprete una figura abstracta con la cara de Jesús, en lugares donde la fe cristiana es muy importante. En ámbitos donde las personas tienen otras creencias, las apariciones son acordes a su fe.
Pero esto no es un problema de las personas ni de la religión, se trata de un fenómeno psicológico conocido como Pareidolia: al parecer nuestro cerebro tiene ciertas dificultades para entender las imágenes abstractas y sin significado, por eso, busca significados inconcientemente. Buscar significados donde no los hay, es algo bastante común, como puede verse en disciplinas pseudocientíficas como la numerología.
De todas formas, la pareidolia parece ser un defecto que se produce porque nuestro cerebro está preparado para ayudarnos a sobrevivir: cuando somos bebés, somos extremadamente débiles, y necesitamos obligatoriamente de la protección de un adulto. De forma automática buscamos caras a quien sonreír para causarles ternura y obtener seguridad. Evidentemente, y a lo largo del curso de la evolución, sobrevivieron más quienes tuvieron más habilidad de reconocer caras. Y por eso podemos interpretar fácilmente una cara, o algo que se le parezca: dos puntos con una raya vertical y otra horizontal.
Cuando nuestro cerebro nos engaña
Al margen de casos muy comunes de pareidolia, como ver formas en las nubes o en objetos cotidianos, los casos más importantes suelen estar relacionados con conspiraciones y religiones, donde al simple efecto perceptivo, se le suma el interés de querer creer de las personas involucradas.
Cuando nuestro cerebro nos engañaVirgen María aparecida en la humedad de un mármol en Córdoba, Argentina.
Cuando nuestro cerebro nos engaña
Algo muy curioso que se produce, es que las vírgenes y demás imágenes que aparecen, pasan por una especie de filtro moral de los creyentes, de esta forma se pueden alabar figuras en situaciones relativamente nobles como en estas manchas de humedad en lugares de bajos recursos económicos, pero nunca en cosas tan alejadas de la fe como las siguientes:
Cuando nuestro cerebro nos engaña
Cuando nuestro cerebro nos engaña
Cuando nuestro cerebro nos engaña
El fenómeno de la Pareidolia no está limitado al reino de lo visual: es harto conocido que ciertas canciones populares tienen mensajes ocultos, sobre todo cuando se las escucha al revés. La hipótesis conspiranoica se desarma cuando se empieza a indagar: ¿Quién puso esos mensajes? ¿Qué dicen? ¿A quién están dirigidos si están tan ocultos?
Y en varios experimentos se ha descubierto que la sugestión juega un papel clave a la hora de interpretar mensajes "satánicos" en canciones.
El psicólogo Cristopher French de la Universidad de Londres ha hecho experimentos como colocar partes de la canción Stairway to Heaven de Led Zeppelin al revés frente a decenas de personas, y escuchar sus opiniones. Casi nadie alega haber escuchado algo, pero luego muestra un texto que supuestamente deletrea el código satánico de la canción, y cuando la vuelve a reproducir, la mayoría se sorprende por lo que oye.
Esos mensajes simplemente no están ahí. Sólo aparecen cuando nuestro cerebro lo compara con algún preconcepto que tengamos en mente, o con algún recuerdo. Y estos estudios nos muestran que la realidad es más extraña de lo que  parece, y ni si quiera podemos fiarnos de lo que vemos u oímos.
Fuentes: Magonia, Tienda de Ultramarinos, Alerta Religión, Wikipedia
Este artículo está en Menéame, si te interesó, puedes votarlo aquí , ¡gracias!
¡No nos pierdas el rastro! Síguenos en Twitter: @proyectosandia

También podría interesarte :

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Quizás te interesen los siguientes artículos :