Golpea la marea en la senda de las caracolas, y a mis pies, tu sombra se desliza como las nubes de azúcar enroscándose por la nuca y por la espalda.Es en esas noches que perfuma la soledad, cuando desde el vientre del silencio, llegas con la savia de tu cuerpo para anegar mi entraña.Y si del aletargado sueño he despertado, los recuerdos del ayer debiesen ser sólo harapos recosidos que fuesen apagándose en la tenue y superflua luz de las farolas del olvido de tus manos.Otrora perdido el sentido en el antes y después, o en el nunca y siempre, todo sigue y se detiene ante la música desgastada de la poesía de un verso hechizado en la vehemencia de los matices de tu piel.Y te muerdo entonces los deseos recorriéndote con la lengua cualquier efímero rincón y alimentando el estéril paso del tiempo que no cesa de mecerse en las deshilachadas horas.
Cuando pasa un ángel
Publicado el 04 enero 2013 por Evamric2012Golpea la marea en la senda de las caracolas, y a mis pies, tu sombra se desliza como las nubes de azúcar enroscándose por la nuca y por la espalda.Es en esas noches que perfuma la soledad, cuando desde el vientre del silencio, llegas con la savia de tu cuerpo para anegar mi entraña.Y si del aletargado sueño he despertado, los recuerdos del ayer debiesen ser sólo harapos recosidos que fuesen apagándose en la tenue y superflua luz de las farolas del olvido de tus manos.Otrora perdido el sentido en el antes y después, o en el nunca y siempre, todo sigue y se detiene ante la música desgastada de la poesía de un verso hechizado en la vehemencia de los matices de tu piel.Y te muerdo entonces los deseos recorriéndote con la lengua cualquier efímero rincón y alimentando el estéril paso del tiempo que no cesa de mecerse en las deshilachadas horas.