Cuando paso, algunas veces, por el bosqueen la mente se amontonan los recuerdos,hay algunos que quisiera ya borrarlosy otros templan los resortes de mi pecho.Poesía y filigranas bien se juntanmientras dejan alegría en los senderos,aunque a veces los borrones se prodiganpor la tinta que se escapa de los dedos.Es curioso recordar las salamandrasy los robles con las hayas y los fresnos,y también a los nogales y castañosy hasta el sauce que lloraba junto al cedro.Sin embargo en el paseo, inevitable,hay susurros contenidos de los cielos,y suspiros de los labios temblorososque sellaron sus gemidos con un beso.Cuando paso, nuevamente, por el bosquevoy detrás de tu perfume como un ciego,y escudriño entre las brumas las tinieblaspara ver la luna blanca con su velo.Un rosario que se borra en la memoria,como larga letanía del silencio,un volcán de sensaciones indeciblescuya lava es la pasión de los deseos.Sin embargo retornamos al pasado,a ese sitio que condensa los momentos,y lo hacemos cuando vuelven las arañasy las grises sensaciones de los miedos.Es por eso que negamos lo vividoy decimos: "nunca más yo haría aquello",a pesar de que nos tiemblen las palabrasy las dudas nos acechen sin remedio."...Cuando paso, finalmente, por el bosque,algo surge que me lleva hasta el cuaderno,me transforma, sin querer, en dulce brisa,para luego descansar entre tus senos..."Rafael Sánchez Ortega ©24/06/17
Revista Literatura
Cuando paso...
Publicado el 29 junio 2017 por Foncho05
Cuando paso, algunas veces, por el bosqueen la mente se amontonan los recuerdos,hay algunos que quisiera ya borrarlosy otros templan los resortes de mi pecho.Poesía y filigranas bien se juntanmientras dejan alegría en los senderos,aunque a veces los borrones se prodiganpor la tinta que se escapa de los dedos.Es curioso recordar las salamandrasy los robles con las hayas y los fresnos,y también a los nogales y castañosy hasta el sauce que lloraba junto al cedro.Sin embargo en el paseo, inevitable,hay susurros contenidos de los cielos,y suspiros de los labios temblorososque sellaron sus gemidos con un beso.Cuando paso, nuevamente, por el bosquevoy detrás de tu perfume como un ciego,y escudriño entre las brumas las tinieblaspara ver la luna blanca con su velo.Un rosario que se borra en la memoria,como larga letanía del silencio,un volcán de sensaciones indeciblescuya lava es la pasión de los deseos.Sin embargo retornamos al pasado,a ese sitio que condensa los momentos,y lo hacemos cuando vuelven las arañasy las grises sensaciones de los miedos.Es por eso que negamos lo vividoy decimos: "nunca más yo haría aquello",a pesar de que nos tiemblen las palabrasy las dudas nos acechen sin remedio."...Cuando paso, finalmente, por el bosque,algo surge que me lleva hasta el cuaderno,me transforma, sin querer, en dulce brisa,para luego descansar entre tus senos..."Rafael Sánchez Ortega ©24/06/17
