Hasta que un día, no se sabe muy bien en virtud de qué «bien común»..., se declaró ilegal la intimidad.
Y llegó internet, que permitió que cualquier persona, desde el más remoto lugar del planeta, pudiera tener acceso global a la información; y después vinieron los chats, las redes sociales...
Hasta que un día, no se sabe muy bien en virtud de qué «bien común»..., se declaró ilegal la intimidad.
Hasta que un día, no se sabe muy bien en virtud de qué «bien común»..., se declaró ilegal la intimidad.