-descalificar y desacreditar a la víctima sutilmente, sobre todo a través de mensajes no verbales. -rechazar la comunicación directa: así el conflicto no puede ser solucionado y se provoca el sentimiento de culpa de las víctimas.
-aislar a la persona.
-inducir a caer en errores.
-ridiculizarlo en público.
-hacer alusiones desagradables. Como por ejemplo silbar, este ejemplo es mío.
-poner en tela de juicio su capacidad de juicio y decisión.
Todo esto ocurre con la mayor impunidad, a la vista de todo el mundo sin que nadie quiera darse por enterado. Si bien, para hablar de acoso psicológico propiamente, estas conductas deben darse repetidamente y de manera insistente, no de forma aislada. Es por todo ello que la víctima ante esta situación tiene que estar atenta, porque se pueden producir situaciones muy desagradables para su estado de salud y psicológico. Le pueden producir secuelas en forma de problemas emocionales. Entre ellas destacan la pérdida de autoestima y la reducción de la capacidad de disfrute de las cosas y pequeños placeres cotidianos… Se puede llegar a tener ideas de suicidio. Es normal también que se den trastornos de la ansiedad debido a los niveles de estrés mantenidos a lo largo del tiempo. Se puede llegar, en casos extremos, a crisis de pánico relacionadas con estímulos asociados al acoso, y a la evitación de dichos estímulos (el trabajo, el hogar, la clase…). También puede ocurrir que se instaure un trastorno de la ansiedad como el Trastorno por Ansiedad Generalizada, donde hay preocupaciones y rumiaciones continuas y exageradas respecto de temas de la vida cotidiana (pagos, trabajo, resultados académicos…). Otro trastorno que se podría desarrollar sería el Trastorno por Estrés Postraumático. El trauma en este tipo de situación en mi modesta opinión está garantizado. Como salir de una situación tan dolorosa y embarazosa, sin salir perjudicado seriamente, en mi opinión es imposible.