Revista Literatura

Cuando una amiga hace un comentario terrible de tu novela en público ¿Qué hacer?

Publicado el 23 febrero 2014 por Blancamiosi
Estoy un poco desalentada por los acontecimientos que están sucediendo en el país que escogí para vivir: Venezuela. Es inevitable, vivo aquí el día a día y sé de primera mano cómo están las cosas.
Pero no deseo aburrirlos con una disertación política. Hoy voy a hablar de la sinceridad de las personas.
Hay quienes son tan sinceras que llegan a lastimar. Sobre todo cuando dicen cosas que pudieran expresarlas en privado y las hacen públicas, como en el caso de los comentarios de libros.
Como algunos de ustedes saben porque lo he dicho en varias oportunidades, tengo diez libros en Amazon, uno de ellos traducido al inglés del original "La búsqueda, en niño que enfrentó a los nazis". En inglés se llama: "Waldek, the boy who defied the nazis". Un subtítulo que no tiene nada de engañoso, pues Waldek existió y fue a parar a Auschwitz justamente por enfrentarse a ellos ayudando a pasar armas y comida a la los judíos del Guetto de Varsovia y colocando bombas en las vías de los trenes. Lo agarraron cuando hacía prácticas de guerrilla pues pertenecía a un grupo de resistencia llamado Armia Krajowa en el bosque Chojnów y a partir de allí su vida cambió para siempre. Él ya tenía entonces 14 años.
Pero esta persona hizo comentarios hirientes, en los que además de decir que es una falsa propaganda, afirma que cuento demasiadas mentiras, que es insulsa, y en fin... que no le gustó nada. Creo que tiene todo el derecho de expresarse bien o mal, eso no se lo quita nadie. Pero al tratarse de una persona a la que considero una amiga especial, ello sienta como un jarro de agua fría. No porque no le haya gustado mi novela, pues como digo tiene todo el derecho de dar su opinión. Es por cómo lo dijo. Si hubiera estado en su lugar le hubiera comunicado en privado mi opinión.  Es lo que acostumbro hacer cuando una novela me parece que no es muy buena o que tiene fallas de estructura o simplemente no me gusta. Claro, los que no venden mucho se pondrán de su lado y dirán que yo solo deseo buenas opiniones.
No se trata de eso, se trata de humanidad. Puedo aceptar las peores opiniones de personas que no conozco, pero es diferente cuando conoces a alguien y te deja un comentario tan... pero tan nefasto. Está bien, acepto el comentario e inclusive lo he publicado en Facebook como acostumbro hacer con los que me dejan, sean buenos o malos. Yo también le he dejado un comentario a su novela, pero es de cinco estrellas porque creo que su libro se lo merece. Es una gran escritora y ojalá algún día yo escriba como ella.
Este mundo de Internet que me permite contactar con personas de diversas partes del mundo me ha enseñado que el alma se deja traslucir por las acciones y las palabras que cruzamos a diario. Le deseo a ella y a todos los escritores a quienes promociono diariamente en Twitter que lleguen a los primeros lugares; seré la primera en alegrarme, porque no hay nada mejor que ver a un amigo o una amiga que tras una ardua lucha por escalar posiciones finalmente logra su anhelo. No es mi culpa que algunos no puedan subir, a pesar de todos sus esfuerzos.
Me pregunto ahora: ¿Cuántos de aquellos llamados amigos o amigas que normalmente me tratan tan bien, a mis espaldas se ríen de mí o piensan que mis novelas no valen y que están en los primeros lugares únicamente por el ENORME marketing que hago?  ¿Y cuál es ese marketing? De vez en cuando hago Tweets con mis novelas, aunque la mayor parte del tiempo promociono a otros, ya que a mí no me hace mucha falta. Es más, hay días en los que no entro a Twitter y mis novelas suben en el ranking.
Pero así es. La gente es libre de sentir y desear lo que quiera, yo sigo contenta y optimista, a mi libro en inglés no le puede ir mejor, empieza a figurar en las listas de Amazon en inglés y ojalá tenga la misma acogida en ese idioma como la tiene Amazon.com en español, porque en Amazon de España ya salió del top 100, supongo que después de un comentario de esa categoría las personas sienten cierta influencia y dejan de comprarlo. Está bien, ya volverá a entrar, como siempre sucede. Mientras, tengo otras novelas en esa lista.
A los que terminaron de leer esta pequeña nota, agradezco su paciencia y les deseo toda la fortuna del mundo en lo que emprendan, eso sí, la mejor manera de conseguirla es deseando el bien a los demás, siempre de corazón y con mucho amor, sin falsedades ni malos deseos hacia nadie.
¡Hasta la próxima, amigos!
Blanca Miosi

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